Las granjas verticales permiten a los productores aprovechar al máximo el espacio, pero sobre todo les dan la oportunidad de adaptar las condiciones ambientales para que el crecimiento de sus cultivos sea más ágil y eficiente. Además, variables como las plagas o la maleza desaparecen.
Los sistemas automáticos que se implementan en estas granjas optimizan los rendimientos según los tipos de cultivos, convirtiéndolas en zonas de producción más efectivas que los invernaderos y más productivas que los propios campos.
Por ejemplo, en Japón en 2,300 metros cuadrados de granjas verticales producen 10,000 cabezas de lechuga por día— Esto es el doble de volumen que se obtiene con los métodos tradicionales— y si esto no fuera suficiente, estos espacios construidos hacia arriba utilizan 40% menos energía y 99% menos agua. El modelo es tan exitoso que lo están replicando en Hong Kong, y los gobiernos de Mongolia, Rusia y China esperan hacer lo propio en los siguientes años.
El éxito conseguido se debe a la tecnología que utilizan, la cual controla la temperatura y humedad, pero su mayor logro es el uso de iluminación LED. Gracias a este mecanismo, las plantas crecen hasta dos veces más rápido. El responsable de este éxito es Shigeharu Shimamura, quien fundó Mirai — ‘futuro’ en japonés— y convirtió una antigua fábrica en la granja industrial más grande del planeta.
Otro caso de éxito es Urban Organics, granja ubicada en Minnesota, Estados Unidos. Ellos son pioneros en la reutilización de agua y en el uso de hidroponía, una técnica de cultivo que aprovecha eficientemente el suelo y el agua. Con este método pueden cultivar tres variedades de col rizada, dos diferentes tipos de acelga, perejil italiano y cilantro.
También en Estados Unidos nació Aerofarms, que tiene instalaciones cultivables por más de 14,000 metros cuadrados y que produce 900 toneladas de verduras frescas. Si quisieran alcanzar esta producción en un campo tradicional, tendrían que sembrar 139,000 metros cuadrados.
En Bélgica está Urban Crop, quienes convirtieron 50 metros cuadrados en 500 metros cuadrados de espacio para sembrar. Sus instalaciones producen 220 plantas de lechuga utilizando sólo 5% del agua necesaria en la agricultura tradicional.
El desarrollo de proyectos de granjas urbanas es cada vez más ambicioso. En Suecia, el emprendimiento Plantagon lanzó una campaña para utilizar locales vacíos de las ciudades como espacios para producción de alimentos de forma sostenible y eficiente. Su primera granja la ubicaron en Estocolmo, pero su objetivo es llegar a 10 instalaciones para 2020.
Las nuevas tecnologías se han convertido en una herramienta crítica para solucionar los problemas de distribución de alimentos en las ciudades. En México, apenas se escuchan algunas ideas para avanzar hacia este camino de autosustentabilidad urbana.
Con información de Web Urbanist y Futurism