La creciente demanda de frutos rojos en todo el mundo hizo que los productores del país utilizaran más y mejor tecnología en la producción de berries mexicanas. El cambio a la agricultura protegida es y ha sido su principal ventaja competitiva a nivel global, ya que gracias a ella se obtienen productos fuera de temporada con altos estándares de calidad.
La agricultura protegida se refiere al cultivo desarrollado en ambientes controlados. De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en nuestro país la superficie sembrada bajo este esquema es de 40,860 hectáreas, y los dos cultivos más importantes por volumen son la frambuesa y la fresa que representan 12.5% y 11.5% del espacio total, respectivamente.
Jalisco es el segundo estado que más superficie reporta bajo este modelo de agricultura con 7,700 hectáreas de las cuales 4,400 son de frambuesa. Esta entidad también tiene los mayores niveles de productividad en el país en el cultivo de berries gracias a que utiliza sustratos especiales que han aumentado su producción.
Michoacán es el primer productor de estos frutos rojos, concentrando 90% de la producción de zarzamora y más del 60% de fresa de todo el país. Además tiene una producción anual de frambuesa de 17,000 toneladas y de arándano de 6,000 toneladas.
En México, las berries son uno de los cultivos más rentables para sus productores, ya que genera retorno de ganancias desde el segundo año, aún cuando requiere de un uso intensivo de mano de obra (900 jornales por hectárea), según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA).
El potencial de estas frutas ha hecho que se les considere como una pieza fundamental de la Planeación Agrícola Nacional 2017-2030 que incluye sugerencias basadas en la tecnificación del campo como:
● Áreas en donde se puedan probar los sistemas tecnificados de riego para aprovechar de forma eficiente los recursos
● Programa de capacitación sobre procesos de producción intensiva, especial para que los agricultores saquen la mayor cantidad de producto por unidad de superficie.
● Centro de vinculación y transferencia tecnológica que permita una mayor cercanía entre los productores y quienes desarrollan la tecnología que mejora el rendimiento de los cultivos.
● Estrategias de financiamiento para la adquisición de equipos de agricultura protegida como invernaderos y sistemas de riego especializados.
● Parque tecnológico agroalimentario con base en la integración de cadenas productivas de Michoacán para eficientar los procesos en el estado y para las exportaciones.
● Red de vinculación científico-tecnológico para el sector agropecuario que permita a investigadores conocer los avances en sus estudios y puedan darles mejor difusión.
● Sistemas productivos a través de ambientes controlados y automatización de la producción, para poder producir más en menos espacio y con las mejores tecnologías a la mano.
● Plan de manejo hídrico para la agroindustria de Baja California, para que el estado incremente sus producciones sin tener problemas con el riego.
México es el cuarto productor de berries a nivel mundial, y con la implementación de este tipo de propuestas la producción de berries nacionales seguirá liderando el mercado internacional.