¿Cómo podremos vivir en espacios saludables, con los servicios que necesitamos y con los productos suficientes, si la población sigue creciendo? Las ciudades sustentables son la respuesta local a este problema global.
Las proyecciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) revelan que dos tercios de la población mundial vivirá en metrópolis para 2050. Este nivel de urbanización necesita del desarrollo de ideas, la implementación de tecnología y de herramientas innovadoras para planificar ciudades con mejoras en la calidad de vida.
El Índice IESE Cities in Motion 2017, que realizan en conjunto el Center for Globalization and Strategy y el Departamento de Estrategia de la IESE Business School de la Universidad de Navarra en España, califica a las ciudades con un modelo de desarrollo de cuatro ejes: conectividad, innovación, cohesión social y sostenibilidad.
El primero reconoce las soluciones en movilidad eficiente, consideraciones con el peatón, comunicaciones y conexiones internacionales. El segundo sondea los avances en tecnología, la gestión de talento y las actividades recreativas. El tercero estudia los valores de la comunidad, la seguridad y salud, el valor democrático y la diversidad de la comunidad, en tanto, el último pilar califica indicadores de densidad de población, eficiencia energética y correcto uso del espacio público.
En este modelo, las tres ciudades más sostenibles son Nueva York, Londres y París, con puntuaciones por encima de 90 puntos en una escala en donde 100 es la mejor calificación.
En el caso de América Latina, las ciudades mejor valoradas son Buenos Aires (63.3), Santiago de Chile (62.7) y la Ciudad de México (62.2).
El primer puesto en planificación urbana es para Amsterdam (Países Bajos), mientras que Zúrich (Suiza) y Tallin (Estonia) tienen la mejor posición en Desempeño Medioambiental.
Melbourne (Australia) es un caso especial ya que tiene la evaluación más homogénea, aunque a nivel global se encuentra en el puesto 14, sus dimensiones de gobernanza, planificación urbana, sanidad y educación son muy altos.
La ciudad tiene el objetivo de cero emisiones de CO2 en 2020,para conseguirlo, puso en marcha diferentes políticas:
- La modernización de 1200 edificios comerciales para bajar el impacto por el consumo de electricidad y gas.
- El programa Smart Blocks que ofrece guías para que los edificios usen fuentes de energía renovable.
- High Rise Recycling Program, programa de reciclaje para minimizar residuos que incluye a 101 edificios.
- El Plan Total Watermark para gestionar una red de captación de lluvia que haga más eficiente el uso del recurso en un ciclo integral.
En la Ciudad de México el pasado 26 de febrero del 2018 se llevó a cabo la segunda Cumbre de Mujeres por el Clima en la que representantes de 92 ciudades de todo el mundo, discutieron los avances en materia de sustentabilidad que ha tenido la Ciudad de México.
Destacaron los aspectos de movilidad como la norma para convertir a los taxis en vehículos eléctricos, las políticas para incorporar transporte de energía limpia, así como el bajo costo para usar los servicios de EcoBici, Metro y Metrobús.
También hicieron hincapié en los planes para gestionar los residuos sólidos, el uso de energía renovables y el compromiso para tener industrias limpias.
De todo esto aprendemos que, para conseguir una ciudad sustentable, se necesita un plan estratégico de largo plazo y que debe incluir a todos los actores.
Con información del IESE Business School.