Desde agricultura en pequeña escala y fuentes de energía renovable, hasta el rediseño de la planificación urbana: sí es posible mejorar la salud de nuestras ciudades.
En los últimos 20 años, científicos, urbanistas y ambientalistas han insistido en la necesidad de rediseñar nuestras ciudades para combatir la contaminación del aire que respiramos, reducir la basura que generamos y, en general, mejorar la calidad de vida de quienes vivimos en ellas.
A este concepto de ciudad se le ha llamado ecociudad. Es decir, una ciudad ecológicamente saludable, diseñada bajo principios ecológicos y del desarrollo sostenible.
¿Cómo es esta ciudad? ¿Qué características debe tener para ser considerada una ecociudad?
De acuerdo con sus promotores, es aquella ciudad que “puede proveerse a sí misma con una mínima dependencia de las zonas rurales que la rodean” y con “la menor huella ecológica posible para sus residentes”. Es decir, que las necesidades y actividades de sus habitantes causen el menor impacto posible en el medio ambiente.
Esto es posible si se toman una serie de medidas como las siguientes:
- Agricultura de pequeña escala, sostenida por la comunidad y en los suburbios, para reducir las distancias de transporte de los alimentos.
- Fuentes de energía renovable, como celdas solares, aerogeneradores o biogás producido por el tratamiento de aguas negras.
- Construir edificios de poca altura para permitir una mejor circulación del aire y reducir el uso de aire acondicionados que demandan mucha energía.
- Aumentar las áreas verdes para que equivalgan al 20 por ciento del total de la superficie urbana.
- Cambiar la planificación urbana para mejorar el sistema de transporte público y fomentar la peatonalización que reduzca el uso de automóviles.
Estas ciudades ya existen, aunque todavía son pocas en el mundo.
Por ejemplo Reyjavik, en Islandia, se considera la ciudad más ecológica de Europa, al crear autobuses con motor de hidrógeno y producir la electricidad y la calefacción de fuentes renovables, como son la energía geotérmina e hidroeléctrica. Su meta es eliminar el uso de combustibles fósiles para 2050.
En Vancouver, Canadá, el 90 por ciento de la energía que se consume también se obtiene de fuentes renovables y aspira a convertirse en líder mundial en el suministro de energía hidroeléctrica.
Friburgo, en Alemania, se reconstruyó de cero después de quedar devastada durante la Segunda Guerra Mundial. Tiene kilómetros de ciclovías y una red extensa y completa de tranvías. Los programas de energía solar y de transporte se encuentran entre los mejores del mundo.
Bradford, la ciudad más verde de Gran Bretaña, depura sus aguas residuales para convertirlas en potables y consumibles, extrae energía procedente del metano de las evacuaciones y reciclan todos los residuos de los vertederos.
En América Latina, Bogotá (Colombia) y Curitiba (Brasil) trabajan en el mejoramiento del transporte público, la instalación de una extensa red de ciclovías y la peatonización de sus áreas urbanas, además de la integración de parques y áreas protegidas.
En proyecto se encuentran dos ciudades que revolucionarán el concepto de “ciudad saludable”. Uno de ellos es Masdar, en Abu Dhabi, una ciudad sostenible de 6 kilómetros cuadrados planificado para 50 mil habitantes en la capital de los Emiratos Árabes Unidos, cuya construcción inició en 2008 con la expectativa de generar cero carbono, cero residuos y cero coches gracias a la innovación tecnológica en bioconstrucción y energías renovables.
El otro ejemplo es el megaproyecto de Dongtan, China, con una superficie de 8,500 hectáreas y unos 500 mil habitantes, que ha sido planeada con edificios bioclimáticos y vehículos no contaminantes para ser 100 por ciento sostenible. Dongtan forma parte del Plan Nacional de China para reducir su consumo energético en una quinta parte al tiempo que incrementa el uso de energía renovable a través de sistemas eólicos, hidroeléctrico y nuclear.
En México, los expertos ha propuesto empezar rediseñando la planeación urbana a fin de contar con mejor transporte público y más zonas peatonales y ciclovías que propicien un menor uso del automóvil.
Referencias:
https://elblogdefarina.blogspot.mx/2008/12/ecocity-manual-para-el-diseo-de.html