Un jugador de americano tiene que ingerir hasta 10 mil calorías diarias, dependiendo de la posición que ocupe, para soportar el desgaste y la fuerza que requieren los entrenamientos y partidos. Hacerlo comiendo sólo frutas, verduras y cereales no es tarea fácil, y en algunos casos tampoco muy saludable.
Más o menos la proporción en la que comen es 50 % de carbohidratos, 25 % de grasa y 12 % de proteína. En una dieta omnívora, como la que corresponde al ser humano, la grasa y la proteína provienen, sobre todo, de los productos de origen animal; sin embargo, David Carter, Griff Whalen y Tyrann Mathieu son tres jugadores de la NFL que han decidido sólo consumir frutas, verduras y leguminosas como fuente de proteína.
David Carter pesa 136 kilos y mide 1.98 metros, hasta hace unos meses era parte de la línea defensiva de los Osos de Chicago. En 2014 decidió hacerse vegano porque tenía dolores en las articulaciones, de los que culpó a la carne y a los lácteos; sin embargo, hay nutrientes que contienen los productos de origen animal que no se pueden sustituir con vegetales.
Carter tiene que consumir 300 gramos de proteína diarios, más la proporción correspondiente de los otros macronutrientes, lo cual es un problema porque 100 gramos de espinaca, por ejemplo, apenas alcanzan tres gramos de proteína. “Lo que pasa con la dieta vegana, basada en coles, frijoles, lentejas y nueces, es que estas aportan una calidad 15 veces menor de proteína que las que provienen de origen animal. Y aunque las personas creen que están comiendo alimentos ricos en proteínas, su calidad es tan baja que el hígado no puede responder a la tiroides”, explica el doctor en Biología por la Universidad de Oregon, Ray Peat.
David Carter tiene que comer todo el día: hace cinco tandas diarias más cuatro licuados de más de medio litro entre cada una. Ingiere alimentos cada dos horas, más seguido que un recién nacido. Y de acuerdo con varios especialistas, aunque gana peso, a su cuerpo aún le faltan nutrientes importantes que cubrir, como la vitamina B12, el Omega 3 – aunque está presente en algunas nueces, el cuerpo sólo aprovecha 5 % por lo que hay que comerlas en grandes cantidades–, la creatina, la carnosina y el colesterol, que aunque tiene la fama de ser malo, en cantidades correctas es una molécula importante de la membrana de las células del cuerpo, encargada también de la creación de hormonas esteroides como la testosterona.
Otro futbolista que decidió hacerse vegano es Griff Whalen, quien fuera receptor de los Patriotas de Nueva Inglaterra hasta noviembre de 2016. Mide 1.80 metros y pesa 90 kilos. Por la posición que juega no necesita ser tan pesado como Carter ni consumir tantas calorías. Él lleva dos años y medio en este régimen alimentario.
Y, finalmente, Tyrann Mathieu, safety de los Cardenales de Arizona, quien se dice 90 % vegano, pero ya va muy avanzado en su transición alimentaria. Apenas el año pasado anunció en su cuenta de Twitter que empezaría a tratar una dieta vegana.
Nutricionistas deportivos no están convencidos del todo de su manera de comer. El departamento de Salud y Psicología de la Universidad Vanderbilt, en Tennessee, asegura que una dieta vegana aumenta el riesgo de padecer osteoporosis y baja densidad ósea.
Químicos, biólogos y nutriólogos recomiendan no alejarse por completo de los alimentos de origen animal, y consumir los de mejor calidad para no privar a su cuerpo de nutrientes vitales para la salud. La conclusión de los especialistas es, en todo caso, guardar un equilibrio entre los tipos de alimentos que consumimos para mantenernos sanos.