Bajar de peso ayuda a nuestra salud, pero también combate los efectos contaminantes y depredadores que las actividades humanas han causado en el planeta, de acuerdo con especialistas.
Cuántas veces hemos escuchado que el Guadalupe-Reyes, ese maratón gastronómico-etílico navideño de los mexicanos, nos deja después de las festividades de 2 a 6 kilos extra. Pues sepan que los excesos decembrinos no sólo afectan nuestra salud, también afectan al medio ambiente.
¿Por qué diciembre en particular? Por ser el mes más tentador en cuanto al consumo de alimentos en el mundo. Sólo en la cena de Nochebuena a los mexicanos les gusta preparar pierna de cerdo, romeritos, bacalao, ensalada de manzana, pavo, puré de papá y hasta salmón. Todos estos alimentos producen suficientes Gases de Efecto Invernadero (GEI) como para provocar un impacto negativo al bienestar del planeta.
¿Cómo se mide esto? A través de dos indicadores: la huella de carbono que genera la producción y traslado de los alimentos hasta tu mesa, y la huella ecológica de consumo que generamos los seres humanos por la demanda que hacemos de los recursos del planeta según nuestro estilo de vida.
De acuerdo con los especialistas, la huella de carbono y la huella ecológica de consumo se elevan porque el crecimiento de la población nos lleva a demandar más alimentos y los productos tienen que viajar más lejos para llegar a su destino. A esto se suma el hecho de que el consumidor exige que cualquier fruta o verdura se encuentre disponible todo el año, aunque no sea temporada.
Si además consideramos que la dieta de los mexicanos va en aumento en grasas saturadas, con el consecuente incremento en la producción de alimentos procesados, los resultados no son alentadores. Pero los científicos van más allá. El médico bariatra Juan Pedro García asegura que, a mayor peso, se crea más contaminación.
Por ejemplo, si una persona subió varios kilos y viaja en automóvil o avión, se requerirá mayor energía, combustible y aceite para mover un aparato, lo cual se traduce en mayor contaminación.
Los alimentos que más se consumen en el mundo –sobre todo en diciembre- y que tienen un alto daño ecológico son, de acuerdo con la FAO, los siguientes:
· Carne de cordero, res y cerdo
Un kilo de cordero equivale a conducir un automóvil 145 kilómetros. De ese tamaño es el impacto del CO2 (dióxido de carbono) que la digestión y el estiércol de estos animales produce en el ambiente (gases y eructos incluidos), el cual contribuye con un 55 a un 86 % a la huella de carbono. Hay que sumarle además que el sistema digestivo de los rumiantes produce cantidades considerables de metano, gas que contribuye con un 15 % al calentamiento global y que, de seguir como vamos, superará al dióxido de carbono como principal responsable, de acuerdo con los pronósticos. Por si algo faltaba, para producir un kilo de carne de res se requieren 15 mil litros de agua.
· Queso
Un kilo de queso equivale a conducir un auto durante 6 kilómetros, por el proceso de elaboración y la cantidad de leche que necesita. Para que no le vuelvas a hacer el feo al queso fresco o de rancho que te ofrece tu mamá.
La huella de carbono que dejan se debe principalmente a la alimentación, la refrigeración (la cadena de frío que garantiza que el producto llegue en buen estado a tu mesa) y la transportación. En el caso del atún hasta el enlatado cuenta.
El problema se concentra básicamente en los millones de toneladas de maíz que se usa para alimentarlos.
· Papa
En el caso de este cereal, el impacto viene de la forma en que la cocinamos. Fritas u horneadas, el gas del horno, de la estufa y el aceite son altamente contaminantes.
El más reciente informe de la FAO reporta que la ganadería es responsable del 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el hombre, lo que equivale a la cantidad generada por todos los autos, aviones, barcos y trenes del mundo.
Los números no nos favorecen
México se encuentra en el top ten de los países que más emiten CO2 a la atmósfera, con una aportación del 1.67 % después de China (25.36 %), Estados Unidos (14.4 %), la Unión Europea (10.16 %), India (6.96 %), Rusia (5.36 %), Japón (3.11 %), Brasil (2.4 %) e Indonesia (1.76 %). Las actividades por las que ocupamos este noveno lugar son la quema de combustibles fósiles, la agricultura y la ganadería.
No queremos echarte a perder la comilona en estas fiestas, pero valdría la pena considerar una dieta más saludable a partir de hoy: comer menos carne y más frutas y verduras de temporada, y consumir productos locales te convertirá no sólo en una persona más sana, sino también más conciente del cuidado que implica el medio ambiente. Si además cambias el coche por el transporte público, bicicleta o tus dos piernas, tu aportación para reducir la huella de carbono será notable.