De acuerdo con cifras del Banco Mundial, en América Latina hay más de 7 millones de niños menores de cinco años que sufren desnutrición crónica, lo que desencadena una serie de consecuencias negativas para la sociedad del futuro; sin embargo, con ayuda de la ciencia se están desarrollando mejores alimentos para combatir este problema.
La desnutrición infantil es la deficiencia de vitaminas, minerales, proteínas y grasas. El mejor indicador para detectar este problema es la relación del peso y la edad del niño.
Cuando un niño padece desnutrición sus habilidades cognitivas, sociales y emocionales se ven afectadas durante la etapa de aprendizaje, su rendimiento intelectual es inferior en relación con la creatividad, sumado a un entorno poco favorable como a la pobreza, da el resultado de un niño con bajo desempeño escolar y más proclive a abandonar sus estudios. Este niño después se convertirá en un adolescente más impulsivo y finalmente en un adulto sin iniciativa, desorganizado y conflictivo.
Para lograr niños bien nutridos, su dieta debe estar compuesta por alimentos que contengan granos o harinas; frutas y verduras; alimentos con alto contenido en hierro y proteínas, así como altos niveles de calcio.
Por suerte, en México alimentos como el maíz, los frijoles y las lentejas, que ofrecen importantes cantidades vitaminas y ayudan a mejorar las defensas, incluso a combatir la anemia, son abundantes lo que permite comprarlos a precios bajos. Así contribuye a la seguridad alimentaria de las familias más desprotegidas.
Otro importante alimento que abunda en nuestro país es el trigo, que se usa para hacer pan y galletas; o el arroz, que puede servirse en diversas presentaciones, en especial como un plato dulce (arroz con leche) para los niños.
Como ejemplo de la importancia de las verduras tenemos la vitamina A que aporta la zanahoria, que ayuda a generar anticuerpos y participa en la formación de tejido óseo.
Algunos desarrollos científicos se han enfocado en fortificar con vitamina A las papas y el arroz, para distribuirlo entre los más vulnerables y combatir la ceguera, provocada por la deficiencia de la mencionada vitamina.
Es cierto que cada familia sabe cómo llevar su alimentación, pero es importante detectar si un niño necesita más y mejores nutrientes. En el caso de las familias más vulnerables, los menores con desnutrición crónica son sometidos a tratamientos especiales, que van desde leches enriquecidas hasta mantequilla de maní.
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Fuentes:
Banco Mundial. El futuro de los niños que están mal alimentados. En www.bancomundial.org/es/news
Macip Toral, Acacio Edmundo. La nutrición puede determinar el futuro de tu hijo, cap 1. Evaluación al estado nutricional, pag. 11.
BabyCenter. Cómo alimentar a tu niño de 3 y 4 años. En espanol.babycenter.com
Ayala-Gaytán, Edgardo A; Díaz Durán-Hernández, Andrea. Infraestructura, ingreso y desnutrición infantil en México. En www.scielo.org.mx