Ya te decidiste a ser una persona más ecológica y sembrar algunos de los alimentos que consumes en casa. Pero vives en un departamento citadino, lo que significa -en la mayoría de los casos- que en tu edificio no hay jardín y a veces ni siquiera un balcón, apenas una ventana que te hace dudar si vale la pena intentarlo.
La buena noticia es que aún en estas condiciones hay la posibilidad de sembrar vegetales en macetas que resuelven el problema del espacio. Si garantizas ventilación, sol, tierra, sustrato y no olvidar regarlas, tu éxito está garantizado.
¿Qué necesitas? Todo depende del vegetal.
Zanahorias. Ya que se trata de una raíz, se siembra en la superficie de la tierra para que crezca hacia dentro. Antes de plantarla, corta unos tres centímetros de la parte de arriba de una zanahoria y ponla en un poco de agua hasta que le empiecen a salir hojitas verdes. Pásala a una maceta alta y deja de 2 a 5 centímetros entre cada zanahoria. Riégala con regularidad, sin que se encharque, pero que siempre esté húmeda. Puedes sembrarla en cualquier época del año, aunque es preferible hacerlo de marzo a julio. Vas a saber cuándo cosechar dependiendo del tamaño que han crecido las plantas verdes en la superficie.
Pepinos. Esta maceta debe medir al menos 25 centímetros de diámetro y necesita palos de madera para sostener la planta y los vegetales cuando crezcan. Las semillas se siembran a unos 3 centímetros de profundidad. Se cosecha una vez que el pepino mida entre 15 y 20 centímetros de longitud, antes de que se empiece a poner amarillo. Esto será unos 60 días después de haber sembrado las semillas.
Betabel. Al igual que las zanahorias, el betabel es una raíz, y se puede sembrar sin necesidad de semillas con el mismo procedimiento: se corta la parte de arriba del vegetal, se pone sobre una superficie de agua hasta que empiezan a salir los brotes; entonces se traspasa a una maceta y se riega de manera abundante, sin que se encharque la tierra.
Kale. Esta col rizada es muy accesible para sembrarse en maceta, idealmente entre los meses de agosto y septiembre. La profundidad de siembra es tres veces el tamaño de la semilla; en una maceta de 25 centímetros de diámetro caben unas cinco plantas y las primeras hojitas empiezan a salir a la semana. Es importante protegerla de plagas y regarlas regularmente.
Jitomate. Las mejores temporadas para sembrarlo son de enero a marzo y de mayo a junio. Se recomienda germinar la semilla primero en un recipiente pequeño con un poco de sustrato de cultivo, lo que tarda una semana. Una vez germinada la semilla se traspasa a una maceta de unos 30 centímetros de diámetro y de profundidad. El riego debe de ser constante y abundante. Conforme va creciendo hay que ir quitando los tallos secundarios, y poner uno o dos palos de madera para sostener la planta en su crecimiento. Tendrás los primeros frutos de 2 a tres meses después.
Lechuga. Esta semilla también se germina antes de plantar en la maceta, primero se deja remojando 24 horas y luego se pone en un recipiente pequeño con sustrato hasta que el brote mida unos 10 centímetros, entonces se pasa a una maceta de 30 centímetros de diámetro y profundidad. La cosecha se hace en unos tres o cuatro meses, dependiendo del tipo de lechuga.
Espinacas. Las semillas se dejan remojar ocho horas antes de sembrarlas en pequeños recipientes para que germinen; una vez que le hayan salido brotes, se pasa a una maceta de unos 30 centímetros de profundidad y diámetro. Hay que dejar un espacio de 7 centímetros entre cada brote. La espinaca estará lista para cosecharla como en dos meses.
Fuentes: www.unhuertoenmibalcon.com, www.beesandroses.com, www.viaorganica.org, www.ecoagricultor.com