Hay herramientas agrícolas para enfrentar al cambio climático. El SIAP, organismo del gobierno, provee a los agricultores un buen número de recursos para mitigar los problemas con los que pueden enfrentarse.
Una de las áreas más afectadas por el cambio climático es la agricultura. Las grandes extensiones de tierra en las que se cultivan nuestros alimentos no pueden protegerse de los cambios climáticos que se dan cada vez con mayor frecuencia: sequías, heladas, inundaciones y granizadas son ya parte cotidiana del lento proceso surgido del calentamiento global.
A esta posibilidad de que los sembradíos sean afectados se le llama “vulnerabilidad agrícola” y es uno de los problemas más acuciantes de las últimas décadas en México, cuyo suelo cultivado puede tener un alto porcentaje de riesgo.
Pero nuestro país ha girado hacia la tecnología, entre otras herramientas, para generar información puntual que le permita encontrar los sitios más vulnerables y trabajar a partir de ahí para protegerlos o para tomar medidas que impidan pérdidas graves.
Para ello existe el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, SIAP, un órgano administrativo desconcentrado de la SAGARPA. En él, se genera “estadística e información geográfica en materia agroalimentaria” y se promueve “la concurrencia y coordinación” de otras dependencias ubicadas en distintos niveles del gobierno del país.
Distintos instrumentos permiten al SIAP ofrecer al vasto grupo involucrado en la agricultura de nuestro país herramientas de evaluación, prevención y solución a los problemas detectados, los mapas de vulnerabilidad agrícola se encuentran entre estos y son de lo más relevante. Estos mapas detectan la disponibilidad de agua en las presas a fin de que quienes dependen de esa agua para riego puedan saber con qué cuentan. Además, el SIAP cuenta con un proyecto de información geoespacial llamado “Mosaico Nacional de Imágenes” que muestra un “continuo de imágenes satelitales” para mirar el territorio mexicano, que se cubre “por alrededor de 822 imágenes satelitales de 60 por 60 kilómetros”; además, ofrece mapas interactivos. Gracias a estos mapas es posible conocer la “superficie sembrada, cosechada, siniestrada, producción, rendimiento, precio medio rural y valor de la producción de cultivos cíclicos y perennes, por ciclo y modalidad hídrica” del país.
Otro servicio del SIAP consiste en el reporte “agrometeorológico” diario, así como las perspectivas de temperatura, zonas susceptibles de ser cultivadas por entidad federativa y monitoreo de fenómenos hidrometeorológicos en la agricultura. Estas herramientas le permiten a quienes se dedican al campo tomar providencias, acudir a las instancias correspondientes para buscar ayuda en caso de ser necesario o, simplemente, lograr una mejor planeación y calendarización agrícola en concordancia con la información disponible. De esta forma, nuestro país puede hacer frente de una mejor manera a los imprevistos que lleguen con el cambio climático.
Referencias:
Modelos de vulnerabilidad agrícola ante los efectos del cambio climático
México: el sector agropecuario ante el desafío del cambio climático