Es enero y es un buen momento para arrancar un negocio verde. Si hay poco presupuesto, hortalizas como el jitomate, chile, cebolla, ejotes, lechugas, zanahorias, pepinos, brócolis, coliflor y berenjenas, entre otras, permiten a los agricultores colocarse en la senda correcta porque se desarrollan bien en México.
La buena noticia es que la venta de hortalizas sí están dejando dinero en el país y los estados que llevan el liderazgo nacional en la práctica de horticultura, con la adopción de nuevas tecnologías, son Sinaloa, Sonora, Jalisco, Baja California, Coahuila y Guanajuato, de acuerdo con datos de la subsecretaria de Agricultura de la Sagarpa.
La importancia que tiene este mercado es exponencial, México es el 9° productor de hortalizas en el mundo y 13° productor de leguminosas. Tan sólo en 2015 comercializó 14.1 millones de toneladas de hortalizas, lo que implicó una recuperación comparado con las 10.7 millones de toneladas que se produjeron en 2011. Es además el principal proveedor de hortalizas de invernadero para Estados Unidos y Canadá.
Si a los beneficios económicos le sumamos los de salud, todos deberíamos estar consumiendo verduras al por mayor: su ingesta en fresco aporta caroteno, vitamina C, calcio, hierro y otros minerales, además de que su alta proporción de fibra regula el tránsito intestinal y la desintoxicación.
Cuál obesidad
Sin embargo, aunque las nuevas generaciones ya le han puesto el ojo al consumo de frutas y verduras, la FAO advierte que algunos de los trastornos más comunes y debilitantes del mundo -algunos defectos congénitos, el retraso mental y del crecimiento, la debilidad del sistema inmunitario, la ceguera e incluso la muerte- se deben a una alimentación carente de vitaminas y minerales. Es decir, no estamos consumiendo las suficientes frutas y verduras. Por lo tanto, el reto va en dos sentidos: impulsar la siembra de hortalizas y fomentar el consumo de estos productos.
Si no sabes cómo combinar tus alimentos, el plato del buen comer siempre será un buen aliado: con mínimo cinco porciones de frutas y verduras al día alternadas con cereales y tubérculos, y leguminosas y alimentos de origen animal, podrás crear la dieta adecuada.
Recuerda que las frutas y verduras son fuente de vitaminas, minerales y fibra que ayudan al buen funcionamiento del cuerpo (crecimiento, desarrollo y estado de salud adecuado); los cereales y tubérculos producen la energía que permite llevar a cabo las actividades cotidianas como trabajar, estudiar y jugar, además de ser una fuente importante de fibra, y finalmente las leguminosas y alimentos de origen animal proporcionan las proteínas necesarias para el crecimiento y desarrollo cuando somos niños.