El desarrollo contemporáneo de los sistemas económicos y sociales ha provocado que las cadenas productivas del sector agrícola tengan un impacto a nivel nacional y global; así mismo, los eventos de diversos sectores que ocurren en alguna latitud del planeta pueden influir en el desarrollo agrícola de cualquier país.
El fenómeno descrito en el párrafo anterior es mejor conocido como globalización, y consiste en la interconexión multidireccional de sistemas económicos, sociales y culturales a nivel internacional. El sector agrícola en México no es ajeno a la globalización, por lo tanto, tampoco a las crisis que afectan a este.
La crisis que actualmente atraviesa el mundo a causa de la pandemia, conocida como coronavirus, además de representar un reto humanitario a nivel global, está acelerando la crisis económica que se venía presentando en los mercados internacionales.
Si bien la palabra crisis siempre trae consigo connotaciones negativas, esta representa el cambio repentino de una situación a otra, por lo que es una oportunidad para las organizaciones públicas y privadas, así como para los miembros de la sociedad cuya labor se relaciona directamente con la agricultura, para reflexionar y replantear soluciones para los problemas contemporáneos del sector.
Infraestructura sustentable; un tema pendiente de la agricultura en México
El tejido estructural que da soporte a la cadena productiva en el sector agrícola de México cuenta con instrumentos gubernamentales, empresariales y sociales que propician su desarrollo; sin embargo, el desperdicio de alimentos es un tema importante para la agricultura nacional e internacional.
El Dr. Felipe Torres, investigador en Economía Urbana y Regional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica la Seguridad alimentaria como “la posibilidad que tiene cada país de asegurar una porción alimentaria suficiente per cápita”, tomando en cuenta factores como la distribución, disponibilidad y acceso a los alimentos. Además de lo anterior, la seguridad alimentaria también tiene que ser sustentable, lo que irremediablemente nos lleva a analizar los índices de desperdicio de alimentos.
De acuerdo con datos de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), en México se desperdician anualmente 28 millones de toneladas de alimentos; lo que representa pérdidas por 684 mil millones de pesos anuales.
Los números anteriores son un foco de alerta indiscutible en los sectores agrícola y alimentario a nivel nacional, por lo que conocer a fondo las causas que generan la crisis de alimentos en México se vuelve fundamental.
Es incuestionable que en prácticamente toda la cadena productiva muchos alimentos son descartados por cuestiones de estética y sanidad, no obstante, la Secretaría de Bienestar indica que cerca del 37% de los productos se desperdician en los eslabones finales de la cadena de producción alimentaria nacional: restaurantes y casas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), indica que la mayoría de los alimentos que se desperdician en América Latina terminan descomponiéndose en espacios públicos destinados a desechos urbanos, generando así el 10% de gases de efecto invernadero a nivel global; asimismo, advierte que “los actuales desafíos de la agricultura (equidad, sostenibilidad, rentabilidad y competitividad) exigen como condición esencial formar una nueva generación”, en la cual la concientización por parte de todos los miembros de la cadena productiva juega un papel crucial.
Esfuerzo conjunto para superar el desperdicio de alimentos
La reducción de desperdicios alimenticios puede ser una realidad siempre y cuando la comunicación sea adecuada y transversal, esto es que tanto las instituciones y compañías más importantes a nivel nacional e internacional, así como, los pequeños, medianos y grandes productores tengan acceso a información coherente y precisa para afrontar retos planetarios.
Para la FAO, es importante “la conjugación de esfuerzos, no necesariamente a través de grandes, rígidos y complejos proyectos de ámbito nacional (de arriba hacia abajo), sino a través de pequeñas y flexibles experiencias piloto de ámbito municipal o comunitario, a partir de las cuales (de abajo hacia arriba) las agencias locales de extensión rural y las escuelas básicas podrían ayudarse mutuamente para la formación de esta nueva generación de habitantes rurales deseosos y capaces de impulsar su autodesarrollo”.
La crisis actual por la pandemia de coronavirus se convierte en una oportunidad para identificar las áreas más débiles y vulnerables del sistema agrícola, lo que conlleva a replantear los paradigmas prevalentes de los productores, compañías, gobiernos y consumidores, cuyo fin último será lograr que el campo en países como México logre un desarrollo armonioso y sustentable con cada uno de los miembros de la cadena de producción.
Referencias
FAO
http://www.fao.org/food-loss-and-food-waste/es/
http://www.fao.org/3/i2697s/i2697s03.pdf
Infobae
UNAM
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-54722008000200006
El Universal
https://www.eluniversal.com.mx/nacion/sociedad/mexico-desperdicia-20-millones-de-toneladas-de-comida