Las plantas son seres vivos, por lo tanto se enferman, se contagian y se pueden curar. Los agentes patógenos y las condiciones del ambiente son las que afectan el desarrollo de las plantas evitando que células y tejidos lleven a cabo sus funciones normales. Como resultado, la planta disminuye su crecimiento, deja de producir y muere.
Para que una enfermedad ataque deben coincidir tres elementos:
- Hospedante: planta
- Patógeno: agente de la enfermedad
- Ambiente: entorno físico
Las enfermedades pueden, o no, ser infecciosas. En el caso de las no infecciosas, los factores que las provocan son los ambientales como la luz, temperatura, humedad, deficiencia de nutrientes, niveles de acidez del suelo y hasta la contaminación. Pero si son infecciosas, las principales causas son hongos, bacterias, virus, nemátodos y malezas.
El proceso contagioso empieza con la inoculación, que es cuando el agente patógeno entra en contacto con la planta y, a menos de que se trate de un insecto o una maleza, esto es imperceptible. Igual que en las personas, sabrás que tu huerto está enfermo hasta que manifieste síntomas, sin embargo, la buena noticia es que la mayoría son señales que puedes percibir fácilmente:
- Hojas marchitas: las hojas pierden rigidez.
- Cambio de color: se presenta en los tejidos verdes una variación al rojo o amarillo.
- Lesiones o pudrición: principalmente en las raíces, cortezas, hojas o tallos.
- Muerte ascendente o regresiva de la planta: empieza de las zonas adultas a los brotes y viceversa.
- Cuarteaduras: grietas en cortezas o frutos.
- Moteados: alteraciones entre el color verde normal y otros más claros.
- Manchas: hojas dañadas por áreas irregulares que tienden a la necrosis.
- Perforaciones: cuando el tejido necrosado desaparece se cae y deja los espacios. En ocasiones también puede ser causa de un insecto.
- Abolladuras en frutos.
- Pústulas: los patógenos ejercen presión y salen a la superficie en forma de granos.
- Caída anormal de las hojas, flores o frutos.
- Tallos, hojas, flores o frutos con menor tamaño del que deberían.
Cuando las enfermedades son producto de otros organismos vivos tienden a reproducirse, por eso hay que actuar a tiempo para que no terminen con tus plantas. Es recomendable el uso de plaguicidas, que deberás elegir dependiendo del tipo de enfermedad que tenga tu cultivo.
Fuentes: