Un informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la FAO reporta que toda persona debería de comer al menos 400 gramos de frutas y verduras “para prevenir enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes o la obesidad, así como para prevenir y mitigar carencias de micronutrientes”.
De acuerdo con dicho informe, las vitaminas y minerales que contienen los vegetales hacen posible que el organismo funcione de manera óptima. Por ejemplo, aportan vitamina A que protege contra las infecciones, las del grupo B que transforman los alimentos en energía, potasio que mantiene en buen estado el sistema nervioso y los músculos, y vitaminas C y E que protegen de los agentes cancerígenos. Pero sobre todo, el éxito de los vegetales radica en que reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de enfermedad y muerte a nivel mundial.
Según estudios científicos de los últimos 10 años, estos beneficios de los vegetales se potencian gracias a unas sustancias denominadas fitoquímicas, que las plantas producen para protegerse contra virus, bacterias y hongos. Aunque todavía no está claro cómo actúan, las investigaciones sugieren que la combinación de frutas y verduras en cada comida las activa para hacer posible una mejor absorción y aprovechamiento de sus nutrientes.
El problema es que la población mundial no está consumiendo las cantidades necesarias de frutas y verduras. De acuerdo con la investigación de la OMS y la FAO, el consumo ideal debería ser de nueve a diez porciones de vegetales al día. La realidad es que la mayoría de las personas en el mundo no consume ni las cinco porciones diarias recomendadas.
¿Y por qué, a pesar de lo indispensables que son para nuestro organismo, la gente no come vegetales? De acuerdo con la FAO, las razones van desde el costo, la conveniencia y el sabor, hasta los prejuicios.
Por eso el organismo considera que el reto para los gobiernos y los estados se encuentra en “los sistemas de suministro y distribución de alimentos del mundo”. Se tiene que lograr un incremento en la producción mundial de frutas y verduras para que éstas lleguen a la población mundial inocuas y con sus nutrientes intactos. La apuesta es que la oferta y el acceso sea tal, que su consumo se vuelva necesario para los consumidores.
Así que si quieres mejorar tu salud, sigue las recomendaciones de los expertos: reduce al mínimo las grasas saturadas, los azúcares y la sal; incrementa el consumo de frutas y verduras, y equilibra la ingesta de proteínas y carbohidratos.