Las montañas, sin duda, son el ícono de la belleza de nuestros paisajes. Han sido la inspiración de grandes artistas plásticos y poetas, pero ¿por qué son tan importantes para el medio ambiente y la población?
Sólo se pueden considerar montañas a las formaciones del suelo que se elevan por encima de los 700 metros con respecto a su base (el nivel del mar), y sus características físicas dependen de la región en la que se encuentren.
Se les considera los indicadores del cambio climático, ya que entre más aumenta la temperatura, los glaciares de las alturas se derriten. Además, influyen de diferente manera en la vida de las personas y la biodiversidad:
- Mil millones de habitantes viven en ellas.
- Cubren una cuarta parte del planeta.
- Albergan 25% del total de la población de plantas y animales.
- Aportan entre 60 y 80% del agua dulce.
- Generan energías renovables (hidráulica, solar, eólica y el biogás).
Hogar de recursos naturales
Se estima que 23% de los bosques se encuentran en las regiones montañosas, por eso, dentro de los beneficios que proporcionan las montañas podemos contar el control de la erosión, el mejoramiento de la cantidad y calidad del agua, la fijación de carbono y el aprovechamiento de los productos forestales como madera o leña.
Un buen ejemplo es el de las cordilleras del Himalaya, en la región central de Bután, donde la contribución de los productos forestales no maderables (resinas, ceras, fibras, gomas, aceites, etcétera), representa 19% de los ingresos domésticos.
Fuente de vida
Los bosques de las montañas son primordiales para suministrar el agua a las comunidades que viven en las laderas. Además, muchas zonas urbanas de todo el mundo dependen de éstas porque interceptan el agua de lluvia y mejoran la filtración en el suelo.
Por ejemplo, los nueve millones de residentes de Nueva York dependen de las montañas de Catskill.
También, en Dar es Salaam, la ciudad más poblada de Tanzania en África, durante la época de sequía, el agua para sus cuatro millones de habitantes proviene de los bosques de niebla de la montaña de Uruguru.
Motor de energía
La energía hidroeléctrica es una de las principales fuentes de energía sostenible en las regiones de montaña. En América Latina, 85% de esta energía se genera gracias a Los Andes.
La energía solar también se produce de forma eficiente en las montañas, lo mismo que la energía eólica. Estos beneficios impactan incluso en la salud de la población pues la reducción del uso de leña disminuye enfermedades respiratorias, mejora la conservación del agua y del suelo y disminuye los residuos de hollín en la atmósfera.
Fuentes:
FAO. (2017). Por qué las montañas son importantes para los bosques y la biodiversidad. 2017, de FAO Sitio web: http://www.fao.org/fileadmin/templates/mountain_partnership/doc/POLICY_BRIEFS/SDGs_and_mountains_biodiversity_ES.pdf
FAO. (2017). Por qué las montañas son importantes para la energía. 2017, de FAO Sitio web: http://www.fao.org/fileadmin/templates/mountain_partnership/doc/POLICY_BRIEFS/SDGs_and_mountains_energy_es.pdf