Los jóvenes mexicanos se mal nutren según la más reciente Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016. Los resultados reportan que el 36.3% de los jóvenes entre 12 y 19 años padecen sobrepeso u obesidad, lo que representa un incremento de 1.4% más que en 2012.
El problema, de acuerdo con la encuesta, tiene que ver con los hábitos alimenticios. Apenas el 26.9% dijo comer regularmente verduras, 39.2% frutas y el 63.1% leguminosas (frijol, habas, garbanzo y lentejas). En contraste, el 83.9% consume regularmente bebidas azucaradas no lácteas, el 59.4% botanas, dulces y postres, y el 50.3% cereales dulces.
Según los jóvenes que respondieron la encuesta, que en total recabó información de casi 30 mil personas de todas las edades, el 50.4% no come frutas y verduras por falta de dinero para comprarlas, el 38.4% no sabe preparar alimentos saludables, el 34.4% no tiene tiempo para prepararse comida, el 32.4% no tiene acceso a una alimentación saludable en su familia, el 31.6% prefiere consumir bebidas azucaradas y comida chatarra, el 28.3% no tiene motivación para comer bien, y al 23% le desagrada el sabor de las verduras.
A estos datos se suman los resultados del Censo de Población y Vivienda 2010 del INEGI, que pronostican que para el 2050 el 15% del total de los adolescentes mexicanos padecerá diabetes.
Cómo comen
La adolescencia es una etapa de muchos cambios físicos y emocionales para lo cual se requiere una gran cantidad de energía y cantidades industriales de comida. PrevenISSSTE recomienda el consumo de entre 2,100 y 2,500 calorías para las mujeres, y entre 2,700 y 3,000 calorías para los varones.
El chiste es que estas calorías provengan de alimentos que realmente nutran a los jóvenes, sobre todo los que tengan vitaminas del complejo B, vitamina D, calcio y hierro, que son los que más necesitan en esa etapa de su desarrollo.
La recomendación es evitar comida chatarra, disminuir las grasas ‘malas’ –frituras, aceite de cártamo, mantequilla, alimentos procesados–, aumentar la ingesta de verduras y frutas, consumir proteínas de origen animal y de dos a tres porciones de lácteos diarias, y comer al menos tres veces al día, aunque es preferible que ingieran también pequeños bocadillos saludables entre comidas. Para completar el régimen ideal deben beber entre uno y dos litros de agua al día, y practicar alguna actividad física.