No es broma. La agricultura se está robotizando y va en camino de convertirse en tendencia mundial.
En Japón, por ejemplo, la empresa Spread abrirá en 2017 la primera planta agrícola completamente automatizada del mundo, sin seres humanos y con robots que se encargan de todo el proceso, desde la siembra de semillas hasta las cosechas.
Inicialmente, estos robots producirán 30 mil cabezas de lechuga al día hasta alcanzar el medio millón al cumplir los primeros 5 años. El proceso se hará a través de la agricultura vertical con luz artificial LED, en una finca de unos 4 mil 400 metros cuadrados.
Esta tecnología permitirá reducir en un 50 por ciento los costos laborales y en un 30 por ciento el uso de energía, al tiempo que reciclan el uso del agua hasta en un 98 por ciento.
Otro ejemplo. Ante la muerte masiva de abejas como fenómeno mundial en la última década, un grupo de científicos de la Universidad de Harvard se han puesto de tarea desarrollar tecnología que permita sustituirlas temporalmente en lo que se soluciona la crisis. El resultado son los RoboBees, abejas robots que en la siguiente década deberán ser capaces de volar por su cuenta, “hablar entre sí para llevar a cabo tareas como una verdadera colmena” y polinizar campos de cultivo enteros.
Este desarrollo tecnológico representa una esperanza en la búsqueda por garantizar la seguridad alimentaria mundial, en opinión de la revista especializada Scientific American.
En México, el Laboratorio de Bacteriología del Centro Nacional para la Investigación Disciplinaria en Microbiología Animal realiza su propia investigación para enfrentar el colapso de las colonias principalmente en Chihuahua, Jalisco, Tamaulipas, San Luis Potosí, Michoacán y Yucatán, donde el 53 por ciento de las colmenas se reportaron como pérdidas en este año.
Tecnología para el futuro
Las investigaciones científicas encaminadas a transformar los procesos agrícolas y la producción de alimentos ya fueron reconocidas como indispensables por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, ante la necesidad de adaptación a un planeta cada vez más cálido y el compromiso de erradicar el hambre y la pobreza.
En su informe “El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2016”, advierte que la estrategia de “seguir haciendo como siempre” puede convertir a millones de personas más en víctimas del hambre.
La más afectada sería la población de las zonas pobres en África subsahariana, Asia meridional y el Sudeste asiático, en especial los que dependen de la agricultura para su sustento.