Los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Agenda 2030 de la ONU incluyen metas específicas para evitar la contaminación y la degradación del suelo, como medidas que permitirán producir alimentos sin afectar al medio ambiente.
El documento —en cuya elaboración México participó activamente, según refiere el sitio oficial de Naciones Unidas— establece que cuando las actividades agrícolas se planifican adecuadamente es “viable suministrar comida nutritiva a todo el planeta”, al tiempo que se generan ingresos justos, se apoya a los agricultores y se protegen los recursos naturales.
Por ello la segunda meta de estos objetivo, referida a la “hambruna”, explica que “las inversiones en agricultura son cruciales para aumentar la capacidad productiva agrícola y los sistemas de producción alimentaria sostenibles que son necesarios para ayudar a mitigar las dificultades del hambre”.
De manera específica, la meta 2.4 explica que para el año 2030 deberá asegurarse “la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción” sin dañar el medio ambiente como ocurre con la planificación del pastoreo y los sistemas de rotación de cultivos que permiten seguir produciendo alimentos, pero conservando la calidad y la salud del suelo.
De hecho, el objetivo 15 sobre “Vida de Ecosistemas Terrestres” advierte que los efectos de la desertificación de la tierra ponen en riesgo a 2,600 millones de personas que dependen directamente de la agricultura, pues se estima que cada minuto se pierden 23 hectáreas de suelos cultivables —esto es 12 millones de hectáreas anuales—. La meta 15.3 busca rehabilitar las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones para lograr un mundo con “degradación neutra”, lo que significa estabilizar el fenómeno para que no afecte más terrenos.
Respecto a la degradación del suelo y la disminución de su fertilidad, el objetivo 12 sobre “Producción y Consumo Responsable”, en su meta 12.4, señala que en el 2020 deberán reducirse “significativamente” los contaminantes en agua y suelo para minimizar sus efectos adversos en la salud humana y medio ambiente, pues la meta 3.9 apunta que en 2030 deberá reducirse “sustancialmente” el número de muertes y enfermedades producidas por la contaminación del aire, el agua y el suelo.
REFERENCIAS
Objetivos y Metas de Desarrollo Sostenible (ONU) https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/sustainable-development-goals/
Día Mundial del Suelo (ONU) https://www.un.org/es/events/soilday/