Son productivas y buenas gestoras. Siembran la tierra y plantan semillas que alimentan a naciones enteras, garantizando la seguridad alimentaria de sus poblaciones. Pero no disponen del mismo acceso a la tierra, créditos, materiales agrícolas, mercados o cadenas de productos cultivados de alto valor que sus compañeros hombres, de acuerdo con ONU Mujeres.
La vulnerabilidad de las mujeres rurales para ejercer su derecho a la tenencia de la tierra y sus recursos se ha incrementado con la pandemia. El organismo internacional ha advertido sobre el riesgo que corren las viudas de COVID-19 de ser desheredadas o bien despojadas tras el retorno de los migrantes desempleados a las comunidades rurales. Esto “agrava las diferencias de género en la agricultura y la seguridad alimentaria”, enfatiza.
Por ello este jueves 15 de octubre el enfoque del Día Internacional de las Mujeres Rurales es “construir la resiliencia de las mujeres rurales a raíz de COVID-19, para crear conciencia sobre las luchas de estas mujeres, sus necesidades y su papel fundamental y clave en nuestra sociedad”.
En México, 23% de las 61.5 millones de mujeres viven en contextos rurales y representan el 34% de la fuerza laboral, de acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
Apenas el 28% de la tierra cultivable en México es propiedad de mujeres. Seis de cada 10 mujeres rurales viven en pobreza. Su nivel de estudios es de 7 años, en promedio. Solo 13% de las población femenina en zonas rurales tiene cobertura de salud. Todos, datos reportados por Inmujeres.
Los desafíos para las mujeres rurales mexicanas implican superar pobreza, falta de oportunidades para estudiar, escasa atención médica, desigualdad en la propiedad de la tierra y poco apoyo para recibir equipamiento, infraestructura y créditos.
“Las vidas de poco más de 10 millones de mujeres están determinadas por un territorio, condicionamientos culturales y redes de dependencia de producción y supervivencia radicalmente diferentes a las mujeres que viven en zonas urbanas”, señala el instituto.
La Organización de las Naciones Unidas designó el 15 de octubre como fecha para recordar a los gobiernos y a la sociedad que deben implementarse medidas para mejorar la vida de las mujeres rurales, incluidas las de comunidades indígenas y con discapacidad.
ONU Mujeres ha señalado que la participación igualitaria de las mujeres en el campo permitiría aumentar los rendimientos agrícolas en 30%, lo que significa que 150 millones de personas salieran de la pobreza. Empoderar a la población femenina dentro de la agroindustria también repercutiría en garantizar la seguridad alimentaria del país y reducir la importación de alimentos que pueden producirse en territorio nacional.
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera estima que alrededor de 750 mil mujeres son productoras de maíz, café y frijol en entidades como Oaxaca, Puebla, Chiapas, Veracruz, Guerrero, Estado de México, Michoacán, Jalisco, Tlaxcala y Guanajuato.
Cultivan hortalizas como chile verde, elote, tomate verde y jitomate, en 95 mil hectáreas. Mientras que en la producción de frutales son responsables de la cosecha de mango, naranja, aguacate, limón, fresa y sandía, en más de 150 mil hectáreas.
Referencias
Inmujeres:
Las mujeres rurales producen más del 50% de la producción de alimentos en México.
Las mujeres son agente clave para la seguridad alimentaria.
Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera:
Día Internacional de las Mujeres Rurales.
Naciones Unidas.