El Maestro Javier Ramírez, Supervisor de Manejo de Malezas para Monsanto en Latinoamérica Norte detalló el grave impacto de la maleza en el campo y cómo la empresa multinacional colabora para resolverlo.
Durante su conferencia en el marco del Seminario para Medios: Agricultura Moderna, la ciencia y el campo, aseguró que el soporte que Monsanto da a los agricultores incluye estas soluciones integradas:
- Mejoramiento. Búsqueda de la genética más rendidora para cada ambiente, mejoramiento convencional y resistencia a enfermedades
- Biotecnología. Complemento de caracteres agronómicos e incremento de rendimiento
- Agronómicos. Optimización de sistemas agronómicos incluyendo nutrición, manejo del agua, plagas y suelo
- Químico. Tratamientos de semilla, químicos selectivos para proteger de insectos, malezas y enfermedades
- Biológicos. Derivados de materiales naturales para ayudar a la salud de la planta y productos contra insectos
Una solución invencible
El investigador explicó que las malezas son una planta indeseable que interfiere con las actividades y el bienestar del hombre y, como consecuencia, cualquier planta que crezca donde no es deseada debería ser catalogada como tal.
Ante la pregunta de ¿por qué las malezas son un problema en la agricultura?, el especialista respondió que se debe principalmente a tres efectos negativos en los cultivos:
- Compiten por nutrientes con el cultivo (agua, luz y espacio)
- Producen sustancias tóxicas al cultivo
- Hospedan plagas y enfermedades
Además, aseguró que generan gastos para el agricultor que se ven reflejados en la cosecha y en su baja rentabilidad, así como en el valor y el uso de la tierra.
“Al menos 13% del alimento en el mundo se pierde por competencia de malezas y en los países emergentes como los de América Latina es el 25%. Además, hay algunos casos extremos en los que un agricultor que cosecha 100 toneladas pierde 75% y cosecha sólo 25 toneladas”, explicó.
Con una serie de imágenes tomadas en un cultivo de algodón infestado de quelites y de girasoles, demostró el efecto de competencia y lo rápido que crecen las malezas.
Una vez expuesta la forma en la que actúan las malezas, Ramírez detalló las opciones que tienen los agricultores para el manejo de maleza: controles mecánicos, culturales, biológicos y químicos, siendo el último el más utilizado en el campo.
Según el especialista, “casi la mitad del total de agroquímicos aplicados en el mundo son herbicidas, lo que indica que la maleza es un problema grandísimo para la agricultura mundial”. En el caso de México, el mercado más grande es el de los insecticidas (35%), seguido del de los herbicidas (31%) y los fungicidas (28%).
“Nunca recomendamos a los agricultores utilizar un solo herbicida. Siempre les pedimos que utilicen dos y que hagan un control mecánico. En todos los escenarios, lo que buscamos es que diversifique su manejo con diferentes herbicidas y con otros métodos de control”.
Por último, recordó que Monsanto trabaja para que las tecnologías que ofrece a los agricultores funcionen, sean inocuas y ellos tengan cultivos con altos índices de rendimiento.