Las mujeres en Costa de Marfil dirigen la cadena de producción de la yuca, un tubérculo que en África es tan valioso como el ganado, pues la tierra lo resguarda como provisión que puede usarse en tiempo de escasez o necesidad. Al prepararlo como attiéké —un platillo tradicional similar al cuscús—, las mujeres agregan un alto valor al producto.
Sin embargo, las labores domésticas y el cuidado de los niños son impedimentos para preparar attiéké diario, por lo que sólo se hace una vez por semana. El reporte “Desarrollo de cadenas de valor sensibles al género” explica que la fase de elaboración del attiéké rara vez es una acción coordinada o mecanizada, pues las mujeres suelen cuidar de sus hijos más pequeños mientras pelan y cortan los tubérculos de yuca. “Esto reduce considerablemente su productividad y repercute en la cadena”, concluye el informe elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“Las mujeres no tienen tiempo para invertir adecuadamente en la producción de este cultivo. A menudo no pueden cosechar la yuca en momentos en que los precios del mercado son más favorables, y en cambio lo hacen cuando empieza el curso escolar y los gastos domésticos son más altos, por lo que reciben menos dinero por sus productos”, se lee en el reporte.
Es una historia que se repite en todo el mundo. Por ello el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la FAO impulsan programas para mejorar la producción y la comercialización de las cadenas agrícolas femeninas. En Marruecos, más de 300 mujeres y 50 hombres recibieron capacitación para producir aceite de oliva, con lo que aumentaron su productividad 40% y sus ventas 85%.
La FAO recomienda crear sistemas de información “accesibles y oportunos” para las mujeres, crear instalaciones de cuidado infantil en colaboración con las instituciones locales, además de propiciar herramientas de financiamiento para las mujeres emprendedoras, lo que mejoraría no sólo el trabajo femenino en el campo sino también la productividad agrícola de los países.
Referencias
“Desarrollo de cadenas de valor sensibles al género”. (FAO)
“El desarrollo de las cadenas de valor agrícola: ¿amenaza u oportunidad para el empleo femenino?”. (OIT)