¿Qué es comer natural? Ésta pregunta es un tema que preocupa y ocupa a quienes buscan cuidar su peso y llevar una buena nutrición, así como a quienes se dedican a la agricultura.
Comer natural no es igual a salir de día de campo y saborear algún fruto de los árboles en el bosque, pues esas variedades silvestres en realidad traerían serios problemas para tu estómago y salud.
Como sabrás, la domesticación de semillas y posteriormente de las mismas plantas a través de la cruza artificial por injertos (cuando un tejido se une con otra planta ya desarrollada) inició hace diez mil años, esto permitió a nuestros antepasados modificar poco a poco sus alimentos para poder sobrevivir a su entorno.
La domesticación de plantas tomó un largo proceso que provocó profundos cambios en muchas especies para satisfacer las necesidades básicas humanas, crear combustibles y hasta para dar de comer al ganado (del cual también nos alimentamos). El fin de manipular las semillas y las plantas era y sigue siendo mejorar su capacidad de adaptabilidad a la región y a las condiciones del clima para ofrecer las características deseadas por los consumidores.
Desde la Revolución Verde a los vegetales, cereales y demás semillas se les han concedido diferentes características como son: más rendimiento por hectárea, resistencia a herbicidas o sequías, autodefensa a insectos, mayor tiempo de vida en anaquel, mejor tamaño, color y textura… Algo que a las variedades silvestres les costaría decenas o cientos de años lograr por sí solas. Por esa razón se dice que la agricultura es el mayor invento del hombre.
Lo cierto es que sin la domesticación de las semillas nuestros alimentos no serían como hoy los conocemos, ni rendirían tanto para abastecer a toda la población, un ejemplo es el plátano, que en su estado silvestre era pequeño y tenía grandes semillas, después de muchos años de cruces surgió la variedad que conoces hoy, con pulpa, sin semillas y del doble de tamaño.
Además, a través de la biotecnología es posible mejorar su valor nutricional y con ello combatir el rezago alimentario, pues de acuerdo con un artículo de la UNAM, los casos más severos de malnutrición se resuelven con métodos tecnológicos, ejemplos de ello son todas esas innovaciones premiadas por salvar a cientos de personas de los efectos de la hambruna.
Domesticar las semillas -que ahora se enfoca en mejorarlas por distintos métodos- es una tarea que no se detiene, pues se trata de ofrecer al agricultor los granos que mejor se adapten a sus necesidades y a las nuevas condiciones de la tierra o del agua, que no son como eran hace tres o diez años.
La tecnología en las semillas mejoradas genéticamente y/o en las híbridas es tan amplia que permite ahorrar agua y germinar prematuramente. En realidad es un mundo de posibilidades para hacer más fácil el trabajo del agricultor y al final ayudar para que todos los días tengamos comida en nuestro plato.
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Fuentes:
Instituto de Biotecnología UNAM. Las Plantas Transgénicas y la Agricultura Mundial, julio de 2000. En www.ibt.unam.mx/server
Casas, Alejandro y Caballero, Javier. 1995. Domesticación de plantas y origen de la agricultura en Mesoamérica. Ciencias, núm. 40, octubre-diciembre, pp. 36-45. [En línea].
Revista Al Grano. Nace una nueva generación de híbridos de maíz ¡Sorpréndase con sus resultados!. Año 6, No 8, julio 2014. En www.anasac.cl/agropecuario