El 95% de los alimentos que consumes provienen del suelo; suelo que debe ser labrado, sembrado, regado, protegido y cosechado. Ese proceso lo realiza el agricultor y es quien enfrenta grandes retos para cumplirlo. Por ejemplo, él, además de preservar los recursos naturales, debe también controlar malezas, malas hierbas, plagas e insectos; y para ello se auxilia de algunos productos como los herbicidas, que entre sus compuestos, contienen un activo llamado glifosato.
A nadie le gusta encontrar imperfecciones en los alimentos que compra en el supermercado; bueno, un cultivo fresco se debe en gran parte a que el agricultor lo protegió con glifosato; entérate qué es y cómo funciona.
El glifosato es una molécula pequeña y simple en forma de grano de sal que se combina con otras sustancias para mejorar su eficiencia. Su presentación simple disminuye su solubilidad en agua por lo que no permite su fácil pulverización en el suelo. La presentación comercial es disuelta en agua y otros componentes para poder rociar el cultivo, o dicho de forma más sencilla: un herbicida.
Cuando la planta absorbe el herbicida, este se une a una enzima que se encarga de convertir a los carbohidratos de la planta en aminoácidos aromáticos. Esta enzima se encuentra dentro de los cloroplastos, conocidos como las membranas que realizan la fotosíntesis y dan el color verde a las plantas.
La intervención del glifosato impide el crecimiento de esa enzima aromática por lo que deja de atraer a plagas e insectos. En el caso de malezas y malas hierbas, impide su supervivencia.
Este activo no es peligroso porque gracias a que su movimiento vertical (lixiviación) dentro de la planta, es limitado y evita así llegar al suelo y, por tanto no contamina aguas subterráneas. En casos en los que este activo ha llegado a fuentes de agua, se debe al mal manejo durante su aplicación, también por escurrimiento y desgarre (caída o movimiento) de las capas de suelo.
Las concentraciones de glifosato no alcanzan niveles de riesgo toxicológico para el hombre ni para organismos acuáticos, porque no producen esa enzima aromática, descartándolos prácticamente del blanco a combatir del herbicida.
El nivel toxicológico del glifosato es muy bajo y no representa riesgo para la salud, te explicamos por qué:
Durante décadas se han estudiado los riesgos y beneficios de herbicidas con glifosato, y en los más recientes realizados por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), se clasificó al glifosato y a muchos otros productos de uso cotidiano en la categoría 2 A, definida como “probables cancerígenos para los humanos”. En esta misma categoría se encuentran, por ejemplo: freír alimentos a altas temperaturas y trabajar por turnos. En la categoría 2 B definida como “posibles cancerígenos para los humanos” se encuentran el café, el mate caliente, el aloe vera y los vegetales tradicionales asiáticos, entre algunos otros.
Científicos e instituciones de todo el mundo han cuestionado la reciente conclusión de la IARC por haber considerado sólo unos estudios y excluido otros, pues el café y el mate son antioxidantes naturales y se han consumido desde el inicio de las civilizaciones. En ese supuesto ¿no estaría más de la mitad de la población enferma de cáncer?
Fuentes: FAO. Agricultural Engineer, Theodor Friedrich talks about minimum tillage. En www.fao.org
Eco Portal. Toxicología del Glifosato: Riesgos para la salud humana. En www.ecoportal.net
Argenbio ¿Para qué se usa el glifosato? En www.argenbio.org
El Glifosato. Cómo actua el glifosato. Mecanismo de acción del glifosato. En www.glifosato.es
Agents Classified by the IARC Monographs, Volumes 1–112
En www.monographs.iarc.fr
OMS incluye el pesticida de mayor venta en el mundo en lista de agentes cancerígenos
En www.latercera.com