El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, este día fue proclamado en el año 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el objetivo es dar a conocer los problemas relacionados con el hambre y sensibilizar al mundo contra la desnutrición. Este año el lema es “No dejar a nadie atrás”.
Según esta organización hasta 828 millones de personas en el mundo enfrentaron hambre durante el año 2021. La FAO explica que más del 80% de la población con pobreza extrema vive en zonas rurales y su principal fuente de ingresos es la agricultura, los recursos naturales, y son los que más sufren con este tipo de problemas.
Tener una alimentación sana es vital para prevenir diversas enfermedades, permite tener una mejor calidad de vida en todas las edades. El acceso a una buena alimentación es un derecho reconocido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El cambio climático es un factor importante en este sentido, si no trabajamos para detenerlo las consecuencias en la seguridad alimentaria afectarán seriamente al bienestar humano.
Las últimas proyecciones indican que la producción agrícola mundial deberá aumentar en un 70% para el 2050. La meta es alimentar a 2 mil 300 millones de personas, se calcula que será necesario un 90% de los incrementos de producción, y tan solo el 10% de las tierras son cultivables.
La lucha contra el hambre debe enfrentarse con ciencia y tecnología.
Bayer, reafirma su compromiso con la seguridad alimentaria, en México, se realizó la alianza con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), para intercambiar conocimientos, ciencia, tecnología e innovación, para los pequeños agricultores. Acercar a los agricultores a nuevas herramientas y conocimientos es esencial para mejorar las cosechas utilizando menos recursos.
También se ha desarrollado Climate Field View, una plataforma digital permite tener un análisis de datos para facilitar la toma de decisiones sobre el manejo de su cultivo, el fin es lograr cosechas exitosas, utilizando menos tierra, energía y agua.
¿Qué tenemos qué hacer?
Se deberán transformar los sistemas agroalimentarios mediante la implementación de soluciones sustentables, con el objetivo de que todo el mundo tenga derecho a una buena alimentación.
Desde casa y de manera personal podemos ayudar, no desperdiciando alimentos y adoptar un estilo de vida sustentable. Hay que recordar que las decisiones que tomamos hoy son vitales para el futuro.