El desarrollo sustentable es el concepto que se utiliza para referirse a los trabajos conjuntos para reducir la pobreza, erradicar el hambre y apoyar el crecimiento económico, todos de la mano con la protección del medio ambiente. Por ello, este año ha sido nombrado como el ‘Año del suelo’ por la FAO y se realizarán varias actividades alrededor de esto pero es importante conocer primero sobre los conceptos creados para hablar del suelo.
Ordenación de tierras: Todas las operaciones, prácticas y tratamientos para proteger la tierra y aumentar los bienes y servicios proporcionados por el ecosistema del que forma parte.
Manejo de suelos: Parte de la ordenación de tierras. Puede centrarse en los tipos y las características de los suelos para determinar intervenciones específicas y aumentar su calidad en función del uso previsto.
Degradación de suelos: Cambio del estado de salud de los suelos, por una disminución de la capacidad del ecosistema para proporcionar bienes y servicios.
Gobernanza y políticas de suelos: Políticas, estrategias y procesos de toma de decisiones por parte de los países y gobiernos locales sobre el modo de utilizar los suelos. En al ámbito mundial, la gobernanza de los suelos se ha centrado en la agricultura, debido al aumento de la inseguridad alimentaria en las regiones con sobrepoblación.
Servicios ecosistémicos: Beneficios que los ecosistemas proporcionan a los seres humanos, sean de apoyo (formación de suelos, ciclo de los elementos nutritivos, producción primaria), de abastecimiento (alimentos, agua dulce, combustible, fibra, productos bioquímicos, recursos genéticos), de regulación (regulación del clima, de enfermedades, del agua, purificación del agua, polinización), cultural (espiritual y religiosa, de recreación y turismo ecológico, estética, de inspiración, educativa, sentido del placer, legado cultural).
Salud del suelo: Capacidad continua del suelo de funcionar como un sistema vivo vital, dentro de los límites de los ecosistemas y del uso de la tierra, para sostener la productividad biológica, promover la calidad del aire y el agua, y mantener la salud vegetal, animal y humana.
Fuente: “El Suelo es un recurso no renovable”, FAO, 2015. En www.fao.org