México tiene un territorio diverso y privilegiado para la experimentación agrícola. Desde las zonas áridas del norte del país hasta los climas subtropicales del sur o los templados del centro, los cuales ofrecen condiciones únicas para probar la resistencia de las plantas a ambientes distintos, así como a enfermedades y plagas.
De hecho, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) opera cinco estaciones de investigación agrícola en el país para entender las necesidades de los agricultores ante estos retos climáticos, y ofrecerles alternativas para mejorar sus cultivos y sus cosechas.
El foco de estudio en Ciudad Obregón, Sonora, es la tolerancia al calor y la sequía del trigo. Las condiciones húmedas y frescas en Toluca, Estado de México, son ideales para estudiar la resistencia del trigo a las enfermedades foliares. En tanto que el entorno subtropicales de Tlaltizapán, Morelos, es adecuado para los ensayos de campo de maíz en estudios relacionados con el rendimiento y la calidad de la cosecha. Cerca de la Ciudad de México, los investigadores en El Batán estudian las variedades mejoradas de semillas.
El centro Agua Fría, ubicado en zona de tierras bajas y trópicos húmedos de Puebla, es el sitio de pruebas finales para las líneas mejoradas. Tiene suelos altos en humedad, idóneo para estudiar las enfermedades en los cultivos.
“Las estaciones ayudan a los investigadores a probar las nuevas líneas mejoradas de maíz y trigo que puedan ayudar a los agricultores a adaptarse a desafíos como cambio climático, plagas emergentes y la desnutrición”, explica el sitio del CIMMYT.
El territorio mexicano permite que los investigadores aprovechen altitudes de 38 metros y hasta de 2,600 metros. “Esta gama de condiciones es ideal para probar las respuestas de los cultivos a variedades de estrés biótico y abiótico, ya que el CIMMYT desarrolla maíz y trigo tolerantes a la sequía, al calor y resistentes a las enfermedades”, refiere el centro.
Las estaciones experimentales en México son un instrumento para cumplir con los objetivos del CIMMYT para desarrollar variedades capaces de enfrentar entornos exigentes en todo el mundo, “ayudando a los pequeños agricultores de África, Asia y América Latina a adaptarse a desafíos como el cambio climático, las plagas y enfermedades emergentes, y la desnutrición”, se explica.
Cambio climático, según la Convención Marco de las Naciones Unidas (CMNUCC), es el “cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera global y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”. Se trata de un fenómeno que se ha convertido en uno de los principales retos para los científicos. Las líneas de investigación apuntan a mejorar las condiciones de los suelos agrícolas para evitar extenderse a nuevos terrenos y mantener la salud y fertilidad de la tierra. También se estudian nuevas líneas de semillas mejoradas que sean más resistentes a condiciones climáticas extremas, así como a plagas y enfermedades.
Referencias
Estaciones experimentales en México mejoran agricultura en el mundo