Gracias a la agricultura protegida es posible cultivar todo el año, esto porque se realiza en estructuras que evitan que los cambios del exterior afecten el desarrollo de las plantas. Al mismo tiempo utilizan al interior técnicas que crean las condiciones óptimas para su crecimiento, incluso de cultivos fuera de temporadas o en regiones con condiciones restrictivas.
Como los elementos abióticos (clima, temperatura, etc.) se controlan con sensores y otras tecnologías menos sofisticadas, los agricultores que eligen la agricultura protegida, pueden producir durante todo el año. Además, con el riego por goteo, la hidroponía y los sistemas de luces led para mantener el calor, los invernaderos se vuelven más y más productivos con menos recursos.
Ventajas de los invernaderos
Los invernaderos permiten intensificar la producción con un aumento en los rendimientos por unidad de superficie. Comparado con los cultivos a campo abierto, este sistema aumenta de 2 a 3 veces el rendimiento, pero puede alcanzar hasta 10 veces más porque se acelera el desarrollo del cultivo con un efectivo manejo de nutrientes y control de patógenos.
Además, hay un menor riesgo en la producción. Primero porque no dependen de los factores naturales y sólo fenómenos muy agresivos podrían causar problemas y segundo, porque hay un control más efectivo de plagas, malezas y enfermedades.
De estas prácticas también se derivan consecuencias positivas para el medio ambiente, ya que existen instalaciones de riego localizado, por goteo, aspersión y hasta nebulización, los cuales, sumados a técnicas de hidroponía o de fertiirrigación, permiten aportar sólo las cantidades necesarias de los insumos que las plantas necesitan.
México, lidera la región de América del Norte
El invernadero es la estructura más compleja para la agricultura protegida, pero no es la única. Pueden construirse con objetivos precisos, por ejemplo, el microtúnel para bajas temperaturas, el macrotúnel para la producción de hortalizas y plantas de ornamento, o la malla sombra para regular la cantidad de sol que le llega a las plantas.
En México hay más de 50 mil hectáreas bajo este tipo de cubiertas de las cuáles 52.7% produce hortalizas, 42.3% berries y 5% plantas ornamentales. Esto lo convierte en el mayor productor de la región de América del Norte y el principal exportador de jitomate, pimiento, pepino y berenjena.
Esta producción se concentra en los estados de Sinaloa, Jalisco y Michoacán, pero Querétaro busca incursionar en el diseño del primer agroclúster de invernaderos con un proyecto denominado Agropark.
Este tipo de iniciativas apoyadas en la tecnología nos encaminan a una producción de alimentos sostenibles y nos acercan a alcanzar la seguridad alimentaria.