Las proteínas son necesarias para el crecimiento y el desarrollo de nuestro cuerpo, ya que son el principal componente de la estructura de las células, los tejidos, y de la mayor porción de sustancia de los músculos y órganos. O sea, son básicas en nuestra alimentación.
Cada persona necesita alrededor de 0.8 gramos de proteína por cada kilo que pese, aunque esta cantidad varía dependiendo del tipo de alimentación de la persona: si se lleva una alimentación vegetariana –sin proteína animal– la cantidad deberá ser mayor porque los vegetales aportan una menor variedad de aminoácidos que el cuerpo necesita.
Además, las proteínas en los vegetales vienen en menor proporción, lo que significa que debemos de comer mayor cantidad de estos para cubrir el requerimiento que se considera saludable. Un trozo de carne de 100 gramos, por ejemplo, aporta alrededor de 20 gramos de proteína, mientras que para recibir esa misma cantidad de un vegetal habría que consumir un poco más de alimento: se necesita casi un kilo de brócoli para sumar 20 gramos de proteína. La ventaja es que contiene el 100% del requerimiento diario de vitamina C y K.
Y si bien se necesita consumir un mayor número de vegetales para alcanzar las proteínas requeridas, también es verdad que el campo nos da otros alimentos, además de los vegetales, que nos ofrecen un mayor aporte proteínico.
Entre estos proveedores se encuentran las semillas y los frutos secos, por ejemplo: en 100 gramos de almendras se encuentra la misma cantidad de proteínas que en 100 gramos de carne roja. No en vano, quienes son alérgicos o están en contra de la leche, están sustituyéndola por el ‘jugo’ de este fruto.
Entre los cereales, el amaranto es un gran aportador de proteína –13.5 gramos por cada 100 gramos–. Una tortilla de maíz no es puro carbohidrato, como muchos piensan, contiene 5.7 gramos de proteína por cada 100 gramos.
Y tal vez las más generosas sean las leguminosas: frijoles, lentejas, alubias. Estos son los alimentos más buscados por las personas que han optado por una alimentación vegetariana y vegana. Y es que 100 gramos de fríjol negro aporta la misma cantidad que un trozo de carne del mismo peso.
No obstante, hay que tener claro qué otros nutrientes tiene cada alimento -aunque en este caso sólo estamos hablando de proteína- para que no pensemos que esta sólo la podemos consumir en productos de origen animal. El campo también nos regala una buena parte de estas moléculas formadas por aminoácidos, tan importantes para nuestro organismo.