Todos los pequeños agricultores pueden ser agentes de cambio, pero, si la equidad en el campo se lograra, los rendimientos agrícolas que las mujeres conseguirían aumentarían hasta 30%, lo cual permitiría que hasta 150 millones de personas salieran de la pobreza.
La solución que ofrece ONU Mujeres, es respaldar su participación en el diseño de las políticas y programas para mejorar sus condiciones de vida. Acceder a más y mejores medios de subsistencia y tecnologías para las actividades que ya realizan contribuye a que mujeres en condiciones marginales puedan conocer y luchar por sus derechos.
Más allá de necesitar a las mujeres en el campo, se necesita el empoderamiento de ellas para generar trabajos decentes, protección social, educación, capacitación, eliminación de la violencia e inclusión en la toma de decisiones. De otra forma, no podrán llevarse a cabo los cambios necesarios para llegar a un desarrollo sostenible en el campo.
Equidad para consolidar el futuro
La agricultura es el sector que más emplea a mujeres de países en vías de desarrollo, en donde las condiciones de protección social y los derechos laborales no son los óptimos y algunas veces no se respetan.
Las mujeres rurales garantizan la seguridad alimentaria de sus comunidades y muchas de ellas son jefas de familia, pero las desigualdades de género y las normas sociales discriminatorias limitan su potencial.
Para remediar esto existe el apoyo del Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres que permite que mujeres en la India tengan cuentas bancarias a su nombre y se sindicalicen para defender sus derechos, además de atribuir a mujeres en China la oportunidad de aprender , adquirir y mantener sistemas de riego avanzados.
Fuente: FAO