Las olas de calor, los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios en las temperaturas y frecuencia de lluvias, son algunos efectos del cambio climático que estamos viviendo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), además de la mortandad que producen estos fenómenos, las consecuencias para la salud humana incluyen enfermedades transmitidas por agua, alimentos y roedores.
Por otro lado, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), asegura que este problema puede tener tres tipos de impacto a la salud humana:
- Directos: con condiciones climáticas extremas, como inundaciones y tormentas.
- Indirectos: como consecuencia de los procesos de cambio y alteración, por ejemplo, a través de enfermedades transmitidas por mosquitos, calidad del agua o aire y la disponibilidad de alimentos.
- Sociales: consecuencias traumáticas, nutricionales y/o psicológicas que se presentarán en poblaciones con problemas económicos y situaciones de conflicto.
Los impactos reales están influenciados por el ambiente y dependen de las circunstancias socioeconómicas de cada país.
Al ser un problema global, el IPCC fue creado por la Organización Meteorológica Mundial (WMO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente (PNUMA) para hacer frente al problema. Desde 1988, cientos de investigadores en todo el mundo evalúan de forma detallada y sistemática la literatura científica acerca de los cambios inducidos por el hombre en la atmósfera, sus efectos para toda la población y la gama de opciones para disminuir este impacto.
A principios de la década de 1990 había poca conciencia de los riesgos que podrían afectar al bienestar de las poblaciones, pero esto cambió para el Segundo Informe de Evaluación presentado en 1996. En este documento se dedicó un capítulo completo a los riesgos potenciales para la salud.
El Tercer Informe publicado en 2001 hizo lo mismo, pero en esta ocasión presentó pruebas tempranas de los impactos y una evaluación a futuro por región. De acuerdo con este último informe para cada impacto potencial del cambio climático, ciertos grupos serán particularmente más vulnerables.
La vulnerabilidad depende de factores como la densidad de la población, el nivel de desarrollo económico, la disponibilidad de alimentos, el nivel de ingreso y su distribución, las condiciones ambientales locales, el estado de salud pre-existente y la calidad, además de la disponibilidad para la atención de la salud pública.
Por lo tanto, las poblaciones de bajos ingresos, principalmente en los países tropicales y subtropicales, serán donde existan más amenazas. Además, los ancianos y los pobres correrán mayor riesgo de sufrir daños por los cambios extremos.
El informe del IPCC concluye que a pesar de que la comprensión de los vínculos entre el cambio climático y la salud humana han aumentado, todavía hay muchas lagunas en el conocimiento sobre los posibles patrones futuros, la vulnerabilidad y la adaptabilidad de los sistemas físicos, ecológicos y sociales.
Fuente: OMS