Las oleaginosas son plantas cuyo fruto o semilla se utiliza para complementar nuestros platillos, además se les extraen aceites comestibles o industriales, incluso se pueden obtener harinas.
Las oleaginosas más conocidas y cultivadas son el cacahuate, semillas de girasol, ajonjolí, almendra, nuez, aceituna, maíz y soya (soja). Son una excelente fuente de materia prima para la elaboración de combustibles amigables con el medio ambiente.
Hay dos tipos principales de biocombustibles: el biodiésel y el etanol. El primero se obtiene de las semillas de girasol y la soya, por ejemplo. El etanol se puede mezclar con gasolina y se obtiene de caña de azúcar y maíz mayoritariamente.
El grano que más se utiliza para fabricar biodiésel es la soya, que tiene gran presencia en todo el mundo, principalmente en Estados Unidos, Argentina, Brasil, China y la India. El biodiésel se obtiene a partir lípidos naturales (sustancia insolubre en agua), mediante procesos industriales de esterificación y transesterificación. Lo mejor de este combustible ecológico es que es biodegradable: en 21 días no hay registro de él en la tierra y reduce 100 % la emisión de dióxido de carbono (CO2) y de dióxido sulfuroso (SO2). ¡Ah! Y despide un olor similar al de las galletas al hornearse o papas fritas.
Por otro lado, el etanol se obtiene de la fermentación y destilación de los azúcares contenidos en la materia orgánica de las plantas, en este caso el principal cultivo para su fabricación es el maíz, alimento que forma parte de la identidad cultural de mesoamérica. El azúcar se obtiene de la molienda de la planta seca o húmeda, para obtener el almidón y después fermentarlo. Este biocombustible genera 30 % menos de carbono que la gasolina.
Las plantas oleaginosas ayudan a cubrir distintas necesidades, por ello es importante garantizar su producción y al mismo tiempo respetar el medio ambiente, y lograr que todo el proceso sea sustentable, como en el caso de las biocombustibles. Para conseguirlo los agricultores tienen algunas opciones, como las semillas genéticamente modificas.
La soya geneticamente modificada (GM) presenta alrededor de 40 a 42% más de proteína que la tradicional y 20 a 22% más de aceite -respecto a su peso seco-, característica ideal para la producción de combustibles ecológicos y por supuesto, para la industria de alimentos.
Esta oleaginosa se encuentra entre los primeros cinco cultivos más sembrados en el mundo; sin embargo, algunos países se ven obligados a importar millones de toneladas de maíz y soya cada año. En el caso de México, compra a Estados Unidos alrededor de 10 millones de toneladas de maíz y 3.5 millones de toneladas de soya, debido a la alta demanda local, la cual podría cubrirse con la siembra de semillas GM.
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Fuentes:
FAO. Cultivos oleaginosos y productos derivados. En www.fao.org
Producción Mundial Soja. Soja Producción Mundial 2016/2017. www.produccionmundialsoja.com
Hilbert, Jorge A.; Sbara, Rodrigo; López Amorós, Martín (2012). Producción de biodiesel a partir de aceite de soja Contexto y Evolución Reciente; Buenos Aires, Argentina.
Miliarium. Bioetanol. En www.miliarium.com/Bibliografia
Universia. Biodiesel, una alternativa contra la contaminación. En noticias.universia.net.mx
El Mundo. La caña de azúcar: la mejor alternativa al petróleo. En www.elmundo.es