La tendencia es desarrollar alimentos a la medida de cada consumidor. En un futuro muy cercano las impresoras 3D crearán los alimentos que requiera cada persona con las dosis exactas de nutrientes para cada organismo, así como con texturas y sabores hiperpersonalizados.
En México, investigadores del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej) ya ensaya con estos procesos de manufactura aditiva para crear alimentos comestibles blandos con formas que faciliten su deglución. Estos alimentos son una alternativa para individuos que no pueden masticar alimentos sólidos, además de estar adicionados con bacterias probióticas como los Lactobacillus rhamnosus que ayudan a equilibrar la salud intestinal.
“Comenzamos a trabajar en la impresión de geles para aplicaciones biomédicas. Y también, se está trabajando en un prototipo de impresora que sea más accesible al público”, ha comentado Zaira Yunuen García Carvajal, líder de esta investigación.
La principal diferencia entre una impresora de papel y una impresora 3D de alimentos es el cartucho que reemplaza la tinta tradicional por un material comestible. Pero lograr una buena impresión de alimentos implica parámetros como; la composición del material, la concentración y la proporción de los ingredientes para rellenar el cartucho de impresión, además de la temperatura de la impresión.
A través de la agencia informativa del Conacyt, García Carvajal ha explicado que el Ciatej trabaja en colaboración con la industria para ofrecer valor agregado a los consumidores que necesitan alimentos para mejorar su salud digestiva, por lo que realizan pruebas para desarrollar alimentos que beneficien a personas con diabetes y obesidad, así como a infantes y lactantes.
REFERENCIAS
Impresión 3D de alimentos (Conacyt) http://www.conacytprensa.mx/index.php/tecnologia/biotecnologia/20061-impresion-alimentos-ciatej