Hoy, 16 de junio, es el Día del Biotecnólogo, una profesión indispensable para obtener muchos productos que utilizamos cotidianamente. Es por eso que queremos platicarte sobre esta ciencia y algunos consejos que nos compartió uno de nuestros biotecnólogos, Rolando Piña Flores.
Rolando Piña se dio cuenta que todos los días consumimos biotecnología, desde el algodón de la ropa que traemos puesta hasta la medicina, la agricultura, la industria de los alimentos, el medio ambiente, el sándwich que comemos por las mañanas o la cerveza que compartimos con nuestros amigos. Así que se aventuró a estudiar Biotecnología con el fin de utilizar y aprovechar los recursos al máximo a favor de la ecología y bienestar social.
Actualmente trabaja en Monsanto y nos comentó que lo que más le apasiona de su trabajo en esta compañía es que le “permite conocer a nivel molecular cómo funciona una planta” y de qué manera se pueden obtener mejoras para optimizar los recursos naturales y sintéticos para producir más con menos espacio, en beneficio para el agricultor y de los consumidores.
Nos comenta Rolando, que “en los últimos años, el porcentaje de jóvenes interesados en estudiar esta rama de la ciencia ha crecido un 24% a nivel global. En nuestro país, existen muchas instituciones educativas y apoyos económicos, como becas, para que más jóvenes se involucren en la investigación biotecnológica y puedan crear opciones mucho más sustentables.”
“México cuenta con clima y condiciones aptas para ser una potencia agrónoma” y ese es el primer reto que tenemos: alinearnos con las nuevas tecnologías y adoptarlas en el campo, capacitando al agricultor para enseñarle cómo usar la biotecnología a su favor y potenciar su producción agrícola.
En la agricultura, la biotecnología no se limita sólo a trabajar en semillas genéticamente modificadas, también hay otras áreas como la creación de biofertilizantes o soluciones para mejorar los rendimientos de cultivos “que son tendencia como la estevia, quinoa, chia” y “adaptarlos a una cierta región para que (se) pueda generar más dinero”.
La clave está en conocer las necesidades del agricultor para ofrecer las soluciones biotecnológicas, además de concientizarlo y educarlo respecto a la adopción de las nuevas tecnologías agrícolas, que ayudan a producir más de una manera sustentable.
Rolando Piña egresó de la universidad hace tres años y ahora se desempeña en el área de Asuntos Regulatorios, en donde se encarga de recopilar información técnica–científica para demostrar a las autoridades que nuestros productos son inocuos (seguros) y que realmente tienen las características que prometen.
Fuente:
La Redacción Hablemos del Campo