El campo mexicano es un lugar de oportunidades para el crecimiento económico en nuestro país, y esto es así gracias a los números que reportan las exportaciones nacionales.
Hoy sabemos, por ejemplo, que el aguacate ingresa más dinero que el petróleo, y que hay otros cultivos boyantes que buscan tener más espacios redituables en los mercados internacionales (¡y que lo están logrando!). Esto ha convertido al campo en un sitio con las puertas abiertas para un número interesante de profesiones que casi siempre asociamos con el entretenimiento o con cierta forma de vida. Carreras como la robótica o las finanzas parecen, de entrada, divorciadas del campo, ¿cierto? Pues no es así.
La robótica es una de las áreas en las que el conocimiento está empezando a profundizarse con el fin de llevarla a todos los ámbitos que le incumben a los seres humanos y el agro no se queda atrás.
Hace apenas unos años se inventó el agrirobot de nombre “Prospero”; se trata de un pequeño robot “apenas más grande que una pelota de básquetbol” que es capaz de realizar tareas específicas que se le asignen (como sembrar), escaneando con detalle una parcela. El invento es del desarrollador David Dorhout, de Iowa, Estados Unidos, quien ve en el robot granjero un sinfín de posibilidades y quien encuentra necesaria la robótica para el campo.
Otra área que no asociamos siempre con el campo pero que está forzosamente vinculada a él es la financiera. El tema presenta dos variables; la negociación con bienes y servicios provenientes del campo o, por el contrario, el trabajo directo en el agro que genere más valor para los bienes y servicios que de ahí surgen. En México, muchas universidades ofrecen la carrera de Agronegocios o de Agronegocios Internacionales. Estas carreras permiten a quienes las estudian tener una visión más completa del campo con la cual los profesionistas pueden gestionar proyectos, crearlos, administrarlos y/o encontrar las mejores formas de comercialización en México o el extranjero.
En todos los casos, tanto las carreras financieras como las asociadas a tecnología se busca apoyar la competitividad del campo y acercar al campo y la ciudad. La capacidad para plantear estrategias económicas innovadoras en el agro y la de delegar los trabajos más pesados pueden aliviar una parte importante de la problemática agrícola y dar el impulso que requiere el campo para avanzar al futuro.
Referencias:
Pequeños robots revolucionarán el agro