La correcta calibración demaquinaria agrícolas permite que al momento de esparcir los agroquímicos, éstos caigan en la medida necesaria. Así los fertilizantes logran sus objetivos y los plaguicidas atacan correctamente a la plaga, maleza o enfermedad, permitiendo que no haya daños para el suelo ni que se filtren los excedentes al manto acuífero.
Es por eso que, de acuerdo con especialistas agrónomos como el Ingeniero Iván Francisco Pérez Villarreal, los agricultores deben prepararse para la temporada de siembra con la revisión y calibración de maquinaria para que esté en las mejores condiciones. Así, tendrán la densidad de siembra y la tasa de fertilización que requiere cada parcela; además de conseguir un manejo de plagas eficiente.
La fórmula perfecta
De acuerdo con Pérez Villarreal, calibrar las sembradoras determina cuántos kilos de semillas por hectáreas deben aplicarse, a qué distancia y a qué profundidad. La razón para ser tan estricto es que en la agricultura todo cuenta y cualquier cambio afecta los rendimientos.
En un escenario imaginario, si un agricultor tuviera problemas para colocar sus semillas y éstas quedaran demasiado cerca una de la otra, demasiado profundo o fueran demasiadas las que se tiraron, las plantas tendrían problemas para desarrollarse. Algunas no saldrían, sería un gasto inútil y otras empezarían a competir entre ellas, todo esto mermaría la producción.
Para evitarlo, este mismo agricultor podría utilizar fertilizantes, los cuales requieren de una máquina especial para ser esparcidos. Pero, si la máquina no tuvo mantenimiento o no funciona a la perfección, el fertilizante no será aplicado en el volumen adecuado y esto puede traer consecuencias para el suelo.
Por otro lado, incluso si la fertilizadora o aspersora aplica adecuadamente la solución fertilizante, habrá utilizado combustible extra que pudo haber ahorrado si la siembra hubiera sido la adecuada. Esto implica no sólo un gasto de producción sino una mayor generación de CO2 en el proceso de siembra.
Estrategia y precisión en todo
La emergencia de las plantas se ve afectada por decenas de variables de las que los agricultores deben estar pendientes. La densidad de plantas y la fertilización no son las únicas actividades de la agricultura que requieren precisión.
Las fechas de siembra dependen de los cultivos y de las zonas en las que se realizan porque cada uno tiene necesidades diferentes. Además, el control de malezas, enfermedades y el riego, son tareas igualmente importantes para determinar el crecimiento adecuado de un cultivo.
Aunque estos elementos pueden controlarse, hay otros factores que afectan los ciclos biológicos de las plantas y que no se pueden manipular, por ejemplo, los cambios de temperatura y las temporadas de lluvias. Con todo esto es con lo que debe lidiar la agricultura moderna y por eso encuentra en la tecnología y en la transición a lo digital grandes herramientas de apoyo.
Fuente: Scielo