Uno de los retos más importantes para la agricultura del siglo XXI es implementar medidas e iniciativas enfocadas en la reducción de las emisiones de carbono en las prácticas y metodologías de producción agrícola, sin sacrificar factores fundamentales como el rendimiento.
Convenciones internacionales como el Acuerdo de París y organizaciones sin fines de lucro como el Proyecto para la Divulgación de Emisiones de Carbono (CDP, por sus siglas en inglés), han establecido acciones y lineamientos para limitar el ascenso de las temperaturas globales a 1.5°C, con el objetivo de evitar transformaciones sustanciales en los ecosistemas terrestres.
Hasta la fecha, gran parte de los participantes de la cadena productiva agrícola internacional se han suscrito a estas iniciativas y han implementado acciones por el cambio climático en diversos niveles, ya que la agricultura representa el 25% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Un ejemplo tangible de acciones por el clima son las implementadas por Bayer; la compañía de manera global ratifica mediante iniciativas de alto valor su compromiso por reducir en un 30% la emisión de carbono en los principales mercados agrícolas donde opera, de igual manera ayuda continuamente a los agricultores en usar métodos respetuosos con el clima, como es el caso de la reducción del arado y la implementación de soluciones digitales.
A nivel regional, en 2020 Bayer comenzó la implementación de la Iniciativa de Carbono, la cual está conformada por soluciones inteligentes para la adopción de prácticas climáticamente responsables por parte de los productores agrícolas del continente americano, los cuales a su vez reciben recompensas por medio de créditos al incorporar las prácticas sustentables a sus procesos productivos.
La metodología de la reducción del carbono en las prácticas que esta iniciativa implementa se fundamenta en el aprovechamiento del suelo para guardar el carbono. La siembra directa, el uso de nitrógeno de precisión o los cultivos de cobertura son algunas de las prácticas que retienen más el carbono en el suelo; asimismo, la compañía incentiva a reducir el uso de combustibles fósiles y reducir los gases de efecto invernadero.
Estados Unidos y Brasil son los países donde este programa se encuentra en ejecución. Bayer planea expandirlo al resto del continente, así como a países Europeos y la región Asia-Pacífico para alcanzar la neutralidad de carbono en sus operaciones en el 2030.
Respecto a esta iniciativa y las recompensas hacia los agricultores, Alejandro Girardi, director de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Bayer Crop Science en América Latina, destacó que “este proyecto requiere trabajar en colaboración junto a productores, ONGs, empresas certificadoras y gobiernos que construyan un marco legal para que estas transacciones puedan darse en forma transparente, con la participación de otras compañías que también estén interesadas en mitigar”.
El reto de enfrentar el cambio climático desde la agricultura requiere la construcción de alianzas estratégicas desde los sectores público, privado y social para propiciar y fortalecer la migración de los productores hacia nuevas prácticas y técnicas agrícolas donde la tecnología va de la mano con la sustentabilidad y la productividad para alcanzar la seguridad alimentaria en un futuro que luce cada vez más complejo.
Referencias: