El 2 de diciembre de 2019, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) declaró el 2020 como el Año Internacional de la Sanidad Vegetal. Lo anterior tiene como principal objetivo concientizar acerca del impacto que tienen las actividades agrícolas sobre el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
De acuerdo con la FAO, las plantas constituyen el 80% de los alimentos que comemos y producen el 98% del oxígeno, lo cual coloca a la Agricultura como uno de los principales contribuyentes para erradicar el hambre, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente e impulsar el desarrollo económico.
Si bien México cuenta con uno de los estatus sanitarios mejor posicionados a nivel mundial, es indispensable un cambio de paradigma entorno a las prácticas agrícolas y la concientización acerca de la importancia de políticas públicas y corporativas que fomenten el desarrollo del campo.
Plagas y malezas: enemigos con un alto impacto
Los organismos vegetales están expuestos continuamente a plagas que generan daños catastróficos en la producción agrícola; según estimaciones de la FAO, hasta un 40% de los cultivos alimentarios a nivel mundial se pierden a causa de plagas y enfermedades en las plantas.
Por otro lado, la presencia de malezas en los cultivos genera una disminución irreversible en la productividad agrícola, ya que los organismos compiten por nutrientes, luz y agua disponibles para su desarrollo.
El uso correcto de productos fitosanitarios como los pesticidas y herbicidas de amplio espectro, coadyuvan a tener cultivos saludables y aumentan la certidumbre en los productores, además de ser la medida de contención por excelencia contra plagas y malezas.
La innovación sustentable es la clave
Además de las plagas y malezas, el cambio climático es un enemigo que se configura con mayor velocidad y aumenta la incertidumbre a nivel global, por lo que se necesitan prácticas y procesos innovadores en materia de recursos naturales para hacer frente a este gran desafío.
Otro aspecto a considerar, es que, dado al constante crecimiento demográfico, se prevé que para el año 2050 la producción agrícola debe aumentar en un 60% para lograr alimentar a la población mundial.
La FAO recomienda al sector público alinear las políticas y las acciones con los objetivos de desarrollo sostenible relacionados con la sanidad vegetal, en particular aquellas destinadas a eliminar el hambre y la malnutrición, reducir la pobreza, y las amenazas al medio ambiente. El organismo internacional señala los siguientes puntos en materia de innovación agrícola para el sector privado:
- Promover productos y prácticas favorables al medio ambiente para prevenir, y manejar las plagas.
- Garantizar la inocuidad del comercio y el transporte de plantas, y productos vegetales cumpliendo con las normas, y la legislación internacional de sanidad vegetal.
- Informar a sus clientes que el transporte de plantas y productos vegetales puede propagar plagas y enfermedades de las plantas, a veces con resultados devastadores.
- Apoyar las prácticas innovadoras de sanidad vegetal y el uso de nuevas tecnologías para facilitar el acceso a los mercados de conformidad con las normas internacionales.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), señala que mejorar la producción agrícola, proteger los bosques y la biodiversidad de plagas, fomentar el comercio, mitigar los efectos del cambio climático, proteger el medio ambiente, así como respaldar las acciones para cumplir con lo estipulado en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, son las principales acciones que se deben considerar en México.
Referencias:
Año de la sanidad vegetal:
http://www.fao.org/plant-health-2020/home/es/
FAO:
http://www.fao.org/news/story/es/item/1253562/icode/
SADER:
https://www.gob.mx/agricultura/articulos/2020-ano-internacional-de-la-sanidad-vegetal?idiom=es