Salir de vacaciones normalmente implica comer fuera de casa en restaurantes o en casas ajenas; si viajamos a otras ciudades o países, la comida siempre tiene un papel importante: queremos probar lo nuevo, queremos comer rico, y a veces nos olvidamos de comer sano –que no necesariamente es feo–.
Estas son algunas de las cosas que puedes hacer para comer más sano, o al menos, no tan mal, en tus vacaciones:
Evita cualquier cosa que esté frita. Si la comida típica del lugar se basa en esto o se te antoja un pescado empanizado en la playa, trata de no consumirlos todos los días.El desayuno es muy importante, decide bien qué vas a comer. Elige proteína –huevos–, algo de pan de trigo entero y fruta. Deja para uno o dos días, máximo, la opción de hot cakes, waffles o chilaquilesSi vas a salir a un restaurante a comer, prefiere los sitios de cocina local y evita los de comida rápida. Si vas a pedir un postre, divídelo con alguien más.No tengas miedo de decirle al mesero del restaurante lo que no quieres en tu plato; si sirven la carne con papas fritas, puedes pedir que las cambie por vegetales o ensalada, por ejemplo.Una buena fórmula es mantener la proporción 50-50, mitad proteína animal y mitad vegetales; por ahí de vez en cuando se vale algún un postre o una pasta con crema. Nuevamente, que no sea todos los días, en todas las comidas.Cada que te dé hambre entre comidas pide una fruta o lleva contigo alguna en la bolsa, es la mejor manera de evitar los antojos y caer en tentaciones de comida chatarra. Un puño de almendras o nueces también funciona muy bien.Trata de evitar los lácteos en las vacaciones, inflaman y te hacen sentir más pesado. Claro, si vas a un lugar donde los quesos son deliciosos, disfrútalos, pero sin abusar.Si te vas a quedar en una casa propia o rentada, planea menús para toda la vacación y ve al súper una sola vez. Se vale comprar postres y dulces, pero trata de mantener la proporción 50-50 lo más que puedas.Trata de hacer un poco de ejercicio, con una caminata por la playa, algunas vueltas nadando en la alberca o durante la visita por la ciudad. La actividad te hará sentir más ligero y hace que fluya la sangre.Cuidado con los trayectos de ida y vuelta, ya que son los más riesgosos; las tienditas en carreteras, aeropuertos y estaciones de autobuses están llenas de comida chatarra. Aplica lo de llevar fruta, semillas o un lunch preparado..
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Fuentes: inspiralized.com, www.infobae.com
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