Te has preguntado ¿qué son los herbicidas? son mezclas de dos o más componentes que son evaluados por su compatibilidad, fitotoxicidad1 contra las malezas, y selectividad en los cultivos.
Deben contener componentes que les brinden ciertas características específicas, por ejemplo; tener una buena capacidad de almacenaje, facilidad de su disolución en agua, deben indicar su grado de toxicidad para la flora y fauna del lugar, además de ser eficaces en el cuidado de los cultivos.
Pero ¿para qué sirven? la respuesta es simple, para el buen manejo de la maleza en los sembradíos, ya que combaten a las plantas que roban los nutrientes de los cultivos y ayudan a los agricultores a eficientar recursos.
UN POCO DE HISTORIA
Con las revoluciones industriales y la necesidad de la producción de alimentos en masa, la modernización de la agricultura comenzó a desarrollar tecnologías para controlar las plagas:
- Sulfato de cobre: utilizado para controlar malezas de hoja ancha en cereales hacia finales del siglo XIX.
- DNOC: fue el primer herbicida orgánico, introducido al mercado en el año de 1932.
- 4-D y MCPA: lanzamiento de reguladores de crecimiento y uso extensivo de herbicidas en 1945.
Una vez que se introdujeron al mercado y empezó a crecer la industria se desarrollaron esquemas regulatorios para el uso de estos productos. Surgieron organizaciones tales como el Grupo Internacional de Asociaciones Nacionales de Fabricantes de Agroquímicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en inglés), quienes elaboraron guías para determinar la toxicología y posible acumulación de herbicidas en el suelo y en las cadenas alimenticias, así como sus tiempos de descomposición.
CÓMO SE FORMAN LOS HERBICIDAS
Pueden ser sólidos o líquidos dependiendo de su composición. Para aplicarlo en el campo tiene que ser soluble en agua, así, los agricultores obtienen buenos resultados al utilizarlos; además, deben ser formulado con compuestos que no presenten complicaciones para su transporte y/o almacenaje y así no se corra ningún riesgo.
Algunas de sus formas más comunes son:
- Granulados solubles en agua: sólidos molidos finamente combinados con agentes de suspensión y dispersantes.
- Polvo humedecible o humectable: compuesto con baja solubilidad, cuya mezcla consigue una consistencia pastosa.
- Concentrados suspensibles: mezclas con solventes no tóxicos fáciles de manejar.
- Concentrado emulsionable: ingredientes insolubles en agua disueltos en solventes orgánicos y en aceite vegetal que aumentan la seguridad del operador y disminuyen el impacto ambiental.
Al comprarlos, los agricultores deben de seleccionar el producto adecuado para el problema de maleza que quieran atacar y para aplicarlo deben de leer cuidadosamente las instrucciones de sus etiquetas para que este funcione de manera adecuada.
Actualmente en el mercado hay millones de productos para la protección de cultivos entre herbicidas, fungicidas e insecticidas. Es importante para los productores hacer un buen uso de estos productos porque los ayudan a mejorar la productividad de sus cosechas sin mermas que afecten sus bolsillos y sin dañar ni el campo.
(1) Grado de efecto tóxico producido por un compuesto sobre el crecimiento de las plantas.
Fuente
Labrada R., Caseley J. C. & Parker C. . (1996). “Estudio FAO producción y protección vegetal”. septiembre 29, 2017, de FAO Sitio web: http://www.fao.org/docrep/T1147S/t1147s0e.htm#TopOfPage